egipto. El exministro egipcio del Interior Habib al Adli, principal figura de la represión del régimen de Hosni Mubarak y que se encuentra en prisión preventiva, se declaró ayer inocente al inicio de un juicio contra él por supuesto blanqueo de dinero y enriquecimiento ilícito.

Una fuente judicial ha explicado que Al Adli compareció en esta primera sesión, que tan solo duró media hora, ante un tribunal penal de El Cairo, presidido por el juez Mohamadi Qansua. Según medios de comunicación estatales, el magistrado decidió retrasar la vista hasta el próximo 2 abril en respuesta a una petición de la defensa para informarse y presentar documentación.

Mientras, unos 2.500 egipcios irrumpieron en el principal cuartel de los servicios de la Seguridad del Estado, órgano de represión del régimen de Hosni Mubarak, en el noreste de El Cairo. Los manifestantes entraron en el edificio, ubicado en el barrio de Madinat Nasr, para buscar documentación importante antes de que sus responsables la quemen o destruyan, según la agencia oficial, Mena. Los manifestantes corearon consignas como "¿Dónde está la libertad entre nosotros y la Seguridad del Estado?", "Todo el pueblo dijo basta ya, la Seguridad del Estado debe ser pisoteada" y "La principal demanda de los revolucionarios es que la Seguridad del Estado debe caer".

Desde ayer por la mañana se congregaron numerosas personas ante el edificio para pedir la disolución de estos servicios e intentaron entrar, pero el Ejército lo impidió con el despliegue de soldados, apoyados por vehículos blindados y carros de combate.

Cientos de manifestantes consiguieron entrar en otras sedes de ese cuerpo de seguridad como las ubicadas en Guiza y en 6 de octubre, en el oeste de la capital, donde varios agentes dispararon sin causar víctimas contra los manifestantes.

Las Fuerzas Armadas evacuaron a primera hora de la mañana de ayer otro cuartel de la Seguridad del Estado, en la zona de Ramla en Alejandría, donde 21 agentes resultaron heridos el viernes por la noche cuando una multitud irrumpió en el inmueble. El Ministerio del Interior egipcio anunció que está llevando a cabo un estudio urgente para reestructurar ese servicio.

La eliminación de ese aparato de seguridad es una de las principales demandas de los manifestantes tras la renuncia del presidente Mubarak el 11 de febrero y la dimisión el jueves pasado del primer ministro Ahmad Shafiq.