viena. El mercado mundial de crudo espera que la OPEP, y en especial Arabia Saudí, reaccionen de forma clara y oficial a la crisis desatada en Libia y termine la confusión creada por mensajes oficiosos, que han añadido incertidumbre a la actual situación. Es lo que afirman los analistas de la asesora británica KBC Energy Economics en un informe publicado ayer, en el que alertan de la creciente confusión reinante en los mercados petroleros.
Así, los cálculos sobre la cantidad de crudo que ha dejado de vender Libia varían mucho: la Agencia Internacional de la Energía (AIE) la cifró ayer entre 500.000 y 750.000 barriles diarios (bd), mientras que la petrolera italiana Eni habló de 1,2 millones de barriles diarios (mbd), con lo que alcanzaría el 75% de los 1,6 mbd que el convulsionado país bombeaba en enero. "Ahora parece ser que se cortó por completo la exportación de crudo de Libia", señaló ayer Ehsan Ul-Haq, analista de KBC. Y explicó que, además de los problemas que llevaron a la total o parcial suspensión de las actividades de petroleras internacionales como las de Repsol-YPF, Eni, Total y BP, las exportaciones están ahora obstaculizadas por las crecientes dificultades que afrontan los tanques petroleros en los puertos de Libia. "Por un lado, las empresas de flete tienen miedo de lo que pueda ocurrirles a sus barcos y a su personal. Por otro, los pocos puertos que hasta el jueves funcionaban han dejado de hacerlo. Y por si fuera poco, hoy se estropeó el tiempo. Las exportaciones se detuvieron", dijo Ul-Haq.
La grave crisis creada por la violenta represión a la masiva ola de protestas populares contra el régimen Gadafi ha disparado el precio del barril de crudo, que en Londres tocó el jueves un pico de casi 120 dólares (Brent), aunque luego se moderó y ayer se mantenía en torno a los 112 dólares.
Ante esta incertidumbre, Arabia Saudí (el mayor exportador de crudo del mundo) y otros socios de la OPEP reaccionaron ayer enviando mensajes de calma, en los que insistían en que pueden compensar "cualquier corte de suministro petrolero" y están dispuestos a hacerlo. Según varias informaciones las autoridades saudíes están en contacto con refinerías europeas para establecer la cantidad y la calidad del petróleo necesario para compensar la caída de la oferta libia. Por el momento los primeros datos apuntan a que ayer Riad abrió el grifo para producir 400.000 barriles diarios más, una cuarta parte de lo que se necesita.