BILBAO. La propuesta, elaborada a partir de un texto registrado inicialmente por Aralar, ha recibido el respaldo unánime de todos los grupos del Legislativo autonómico -PNV, PSE-EE, PP, Aralar, EA, EB y UPyD--.

La iniciativa se sustenta en la Ley de Memoria Histórica, que su artículo 15 establece que "las administraciones públicas tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura".

Dicho artículo incluye una salvedad para la disposición anterior, al indicar que lo previsto en ella "no será de aplicación cuando las menciones sean de estricto recuerdo privado, sin exaltación de los enfrentados, o cuando concurran razones artísticas, arquitectónicas o artístico-religiosas protegidas por la ley".

La proposición no de ley aprobada este jueves consta de tres puntos, el último de los cuales insta al Gobierno vasco a retirar las subvenciones y ayudas públicas a "los propietarios particulares que se nieguen a retirar los elementos referidos".

Además, se urge al Ejecutivo a elaborar, en colaboración con los ayuntamientos, un catálogo de escudos, insignias, placas u objetos "que supongan exaltación personal o colectiva de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura".

En otro apartado de la proposición, se insta al gabinete de Patxi López a que ponga dicho catálogo a disposición de la Asociación de Municipios Vascos-Eudel. Asimismo, se le urge a que constituya junto a Eudel una comisión técnica para efectuar una valoración económica y establecer un plan, "en el que se incluya la participación económica suficiente de cada una de las instituciones, para la retirada de dichos símbolos".

Según un recuento oficioso elaborado por la asociación de víctimas del franquismo Ahaztuak 1936-1977, en Euskadi aún existe una veintena de elementos de simbología franquista.

"INSULTO A LA DEMOCRACIA"

El parlamentario de Aralar Dani Maeztu ha denunciado que la existencia de estos símbolos supone "un insulto y un ataque grave" a la democracia, dado que exaltan una dictadura "que tanto odio y dolor causo en Euskadi".

Por parte del PNV, Peio Iparragirre ha mostrado su apoyo a la propuesta, así su coincidencia con los contenidos de la ley en los que se apoya.

El parlamentario del PSE-EE Mikel Unzalu ha destacado que no se debe permitir que "en las calles y plazas siga habiendo símbolos que enaltecen un régimen dictatorial".

"TALIBANES"

Desde las filas del PP, Carmelo Barrio ha expresado su respaldo a la iniciativa, dado que la ley en la que se sustenta "nos vincula a todos". Además, ha aludido a la salvedad que establece la ley respecto a los elementos protegidos por ley por su valor artístico y ha recordado que los talibanes aludieron a "afrentas pasadas" para destruir los Buda esculpidos en roca entre los siglos III y IV en Afganistán.

El parlamentario de EA, Juanjo Agirrezabala ha justificado la necesidad de esta iniciativa con el argumento de que el mencionado estudio de Ahaztuak demuestra la persistencia de este tipo de simbología.

Por parte de EB, Mikel Arana ha rechazado que esta proposición responda a posiciones "revanchistas", ya que sólo pretende "reconocer" a víctimas "olvidadas". El parlamentario de UPyD Gorka Maneiro ha confiado en que la iniciativa "sirva para mejorar la convivencia".