madrid. No sólo se oyó el famoso "Se siente, coño!" de Tejero a Suárez en aquel fatídico 23 de febrero de 1981, cuando los militares tomaron el Congreso de los Diputados por la fuerza durante la votación para elegir a Calvo Sotelo como Presidente del Gobierno. Gracias a un informe que Victor Manuel Carrascal, Leopoldo Torres, Soledad Becerril y José Bono, entonces secretarios del congreso, firmaron el 15 de marzo de 1981 y al que se tuvo acceso ayer, sabemos hoy más acera de los momentos vividos durante aquellos decisivos momentos.

Hubo en las 18 horas que duró aquel encierro- desde las 18:32h del 23 a las 12:15h del 24- desde episodios de mucha tensión entre diputados y militares (trato irrespetuosos inclusive), hasta momentos de malestar físico sufrido por algunos diputados, auxiliados por aquellos de entre ellos que eran médicos, pasando por "vivas" entrecruzados y contradictorios, así como momentos de valentía por parte de diputados o peligro de un baño de sangre debido a un inminente apagón; hubo momentos de resistencia a abandonar la sala por parte de funcionarios o diputadas invitados a ello.

Caben destacar los dos momentos críticos, coronados con nuevas frases representativas de aquellos momentos. De un lado, tras la advertencia de peligro de apagón debido a la falta de un generador propio, Tejero advirtió al resto de los militares de que, de haber "un apagón de luz en la puerta" en la que se encontraran, "al recibir un roce en el cuerpo, ¡hagan fuego!". Tejero pretendió además, por unos momentos, hacer una fogata a base de sillas del hemiciclo, para contrarrestar el posible apagón. Hasta que se le indicó que eso podría acabar en tragedia, puesto que todo era de madera.

De otro lado, ya de mañana, Manuel Fraga, apoyado por Iñigo Cavero y Fernando Álvarez, interpeló a los militares preguntándoles si "¿puede la Guardia Civil tenernos como a una pandilla de forajidos a tantos hombres indefensos?" y anunció: "Yo ya no aguanto más...Disparen contra mí!"

Entre el primer y el segundo episodio hubo, además del transcurso de las horas , una serie de acontecimientos que dejaron claro que se trataba de un golpe fallido y cambiaron la actitud de Tejero del "Quítate de aquí" a Suárez, pasando por un "Yo no dialogo" hasta el "Gracias", saludo militar incluido al Presidente de la Cámara, Landelino Lavilla, por desalojar finalmente la sala.