Vitoria. Entre los "hechos" que los socialistas exigen a la nueva marca de la izquierda abertzale para otorgarle la credibilidad que demanda figura su implicación en el desmarque definitivo de los presos respecto a ETA. El consejero de Interior, Rodolfo Ares, se sumaba ayer a esta postura avanzada por miembros del grupo parlamentario del PSE y recordaba al colectivo del Euskal Preso Politiko en Kolectiboa/Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK) que su desvinculación de la banda armada les permitirá acogerse a beneficios penitenciarios de los que, actualmente, sólo disfrutan los reclusos críticos con la férrea disciplina penitenciaria impuesta por ETA.
El mensaje sigue la línea trazada por los socialistas en la Comisión de Derechos Humanos celebrada el miércoles en la Cámara vasca, pero va más allá del adelanto esgrimido por el dirigente alavés Jesús Loza y cierra cualquier vía que vincule un hipotético giro en la conducta de los presos de ETA con la cancelación de las penas impuestas por los tribunales. "No habrá amnistía, como algunos les venden, ni una salida colectiva", expuso el dirigente socialista en una entrevista concedida a Onda Cero.
La advertencia del consejero de Interior calma en cierta medida las voces críticas procedentes de asociaciones de víctimas del terrorismo y el PP, y se ven avaladas por el rechazo a cualquier cambio de estrategia que reiteran desde Instituciones Penitenciarias. Y es que, también ayer, la secretaria general de este área, Mercedes Gallizo, negó en un encuentro con medios de comunicación la existencia de previsiones de modificación respecto a la línea de trabajo que se desarrolla hoy en día con esta población penitenciaria.