Madrid. El PSOE quiere eliminar el complemento de las pensiones de los diputados que ahora paga el Congreso y modificar el régimen de cesantía actual, de tal manera que los parlamentarios que abandonen el escaño puedan recibir dos meses de prestación por cada año en la Cámara hasta que encuentren trabajo. Esas son algunas de las propuestas que ha formulado el grupo socialista al presidente del Congreso, José Bono, en respuesta a la petición que éste formuló hace quince días para reformar el régimen de pensiones y de incompatibilidades de los diputados.
Según explicó en rueda de prensa el portavoz del PSOE en la Cámara Baja, José Antonio Alonso, "son propuestas justas y equilibradas, que persiguen la transparencia absoluta en cuanto a los ingresos de los parlamentarios y trasladar confianza a los ciudadanos, que son quienes eligen a sus representantes públicos". En una época de crisis como la actual, argumentó, en la que los poderes públicos están pidiendo un esfuerzo conjunto al país, "es razonable que los parlamentarios contribuyan a ese esfuerzo colectivo". Para ello, el PSOE sugiere la publicación íntegra del patrimonio, las rentas y la participación en sociedades de los parlamentarios y de la unidad familiar de éstos, lo que incluye al cónyuge y a los hijos a cargo. La publicación debería hacerse de manera periódica y, en todo caso, siempre que se produzca una variación sustancial del patrimonio. Y, además, que se modifique el actual régimen de cesantía que se paga "a tanto alzado", de manera que sólo puedan cobrar "mes a mes" una prestación aquellos diputados que abandonan la actividad política en tanto no encuentren otro trabajo, con un máximo de dos mensualidades por cada año de ejercicio.
dureza El PSOE aboga también por endurecer el régimen de incompatibilidades de los diputados y eliminar el complemento para que un parlamentario cobre la pensión máxima tras haber estado siete años ocupando un escaño, aunque sin carácter retroactivo (los 80 que ahora lo perciben lo podrían mantener).
Respecto al régimen de incompatibilidades, la idea de los socialistas es que se aplique "de modo estricto y exigente", a fin de que para autorizar una actividad privada ajena a la parlamentaria se tenga en cuenta la retribución que se vaya a percibir por la misma y el tiempo estimado que se va a dedicar.