vitoria. La declaración ante el juez de un excargo de Interior que reconoció haber vigilado al lehendakari Juan José Ibarretxe para trasladar esta información al Centro Nacional de Inteligencia (CNI), tal y como adelantó este periódico, ha supuesto un punto de inflexión en la supuesta trama de espionaje que pesa sobre varios afiliados del PNV. El presidente de este partido, Iñigo Urkullu, denunciaba ayer ante los micrófonos de Onda Vasca-Grupo Noticias que su partido se ha visto sometido a "varios episodios" de esta índole, por lo que exigió al juez y a la Fiscalía que sume nuevas imputaciones a las ya realizadas para depurar las responsabilidades que pudieran existir.

El máximo responsable de la formación nacionalista amplió la lista de destinatarios de su demanda al propio CNI, donde supuestamente iba dirigida la información sobre la actividad de Ibarretxe, una reclamación ligada a la petición oficial cursada por los jeltzales en el Congreso para que el director de este centro comparezca y ofrezca las explicaciones pertinentes.

Sobre estos pilares, todo apunta a que las supuestas tramas de espionaje seguirán marcando gran parte de la actualidad política en las próximas semanas habida cuenta de que las pesquisas judiciales que se desarrollan de forma paralela a las comisiones de investigación abiertas en el Parlamento Vasco por la supuesta trama de espionaje, el caso Miñano y las supuestas adjudicaciones irregulares del Departamento de Cultura.

En este escenario, la entrega de los carnés del PNV por parte de tres de los dirigentes imputados -los exburukides Aitor Telleria, Alfredo de Miguel y Koldo Otxandiano- ha puesto fin a las reiteradas demandas formuladas desde la cúpula jeltzale, aunque Urkullu no considera esta acción una "cuestión de satisfacción". Y es que el presidente del EBB cree que los imputados deberían haber dado este paso hace diez meses, cuando él mismo y el diputado general de Álava, Xabier Agirre, lo demandaron. En este sentido, Urkullu afirmó que los afiliados deben ser "consecuentes con una práctica determinada en el ejercicio de la política, en todo lo que pueda ser representar al PNV, tanto en su ámbito interno como público".

Dicho esto, agregó que el partido y su presidente deben velar por la imagen de la formación y por la presunción de inocencia, "pero del PNV antes de por la presunción de inocencia de cualquiera de las personas del PNV que hayan tenido unas prácticas que no sea en representación del PNV".

Desde la Diputación alavesa la sintonía con el líder del partido es plena. El número dos de Xabier Agirre, Claudio Rodríguez, valoró que la entrega de los citados carnés políticos responden a la exigencia del partido para, precisamente, preservar al PNV.

interpretaciones El teniente de diputado general añadió en su intervención tras el Consejo de Gobierno semanal que PSE y PP han realizado una "interpretación torticera permanente" que pretendía "vincular a las personas y al partido".

En la misma línea crítica, Rodríguez afeó la "memoria selectiva" de socialistas y populares por "olvidar" otros casos en los que se han visto supuestamente implicados miembros de ambas formaciones.

Por su parte, la portavoz del Gobierno Vasco, Idoia Mendia, consideró que la entrega de los carnés por parte de los exburukides se produce "tarde". Asimismo, y en relación con el supuesto caso de espionaje al que fue sometido Ibarretxe, Mendia interpretó que existe "interés en desviar la atención" sobre el fondo de la cuestión. Además, agregó que de confirmarse estos hechos, se habrían producido durante el mandato "del propio Gobierno del lehendakari" Ibarretxe.