roma. En medio del escándalo por supuestos delitos sexuales del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, el papa Benedicto XVI reclamó a la sociedad y a las instituciones públicas una vuelta a sus raíces morales, al tiempo que la oposición política anunció que recogerá firmas contra el primer ministro. Aunque no se refirió directamente al mandatario italiano, en una audiencia con la Jefatura Superior de Policía, Benedicto XVI se quejó de una "cierta debilidad" en los principios éticos y la moralidad.

"La sociedad y las instituciones públicas deben redescubrir su alma, sus raíces espirituales y morales para dar una nueva consistencia a los valores éticos y jurídicos", dijo el pontífice. Según el Papa, los valores morales y su puesta en práctica deben aportar una nueva estabilidad a la sociedad y las instituciones públicas: "Existe la impresión en nuestro mundo de que falta un consenso moral y, consecuentemente, los fundamentos de la vida social no funcionan debidamente". Además, Benedicto XVI, también advirtió contra un "sentido reducido de la conciencia", pues en el mundo moderno existe el peligro de que el individuo "con sus propias intuiciones y experiencias, se convierta en la única medida (...) de la verdad y la moral personales".

El secretario de Estado vaticano, Tarcisio Bertoni, criticó el jueves abiertamente los escándalos relacionados con Berlusconi, "animando e invitando a todos aquellos, en particular a los que tienen responsabilidades públicas, a que asuman y practiquen una moral más robusta y un sentido más amplio de la justicia y de la falta de legalidad". Mientras tanto, la oposición política italiana, a través de Pier Luigi Bersani, líder del Partido democrático, anunció ayer que intentará recoger diez millones de firmas "para mandar a casa a Berlusconi".