bilbao. La mayoría de los ciudadanos vascos desconfía de la voluntad de ETA de poner punto final al ciclo de la violencia. Pese a las expectativas de un comunicado en el que la organización armada pudiera anunciar un alto el fuego permanente y verificado, según los datos del Euskobarómetro, el 58% de los ciudadanos no cree en la predisposición de ETA de poner punto final. Es cierto, sin embargo, que en este segundo semestre se ha bajado en 13 puntos los que dudan de la sinceridad de ETA. Asimismo, un 53% de los encuestados, y pese a las reiteradas declaraciones de los dirigentes de la izquierda abertzale tradicional en su apuesta por las vías democráticas y pacíficas, dudan de que este sector acepte las reglas del juego democrático. Esta percepción es mayoritaria entre los no nacionalistas -69% y 66%, respectivamente- mientras que entre los nacionalistas es menor la desconfianza tanto hacia ETA como a la izquierda abertzale -un 43% y un 37%, respectivamente.
Asimismo, casi seis de cada diez ciudadanos vascos, un 59%, considera que el mantenimiento de las acciones armadas por parte de ETA está perjudicando los intereses políticos de la izquierda abertzale.
Un 83% de los ciudadanos avala una eventual negociación entre el Gobierno español y ETA, aunque hay que matizar que el 50% lo condiciona a que previamente ETA abandone las armas, mientras que un 33% no pone ninguna condición. De entre los que exigen condiciones, la mayoría es votante socialista, un 65%, mientras que en el lado opuesto, el 89% de votantes de la izquierda abertzale tradicional avala una negociación sin ningún tipo de condiciona miento previo.
ley de partidos Uno de los instrumentos de los que se ha dotado el Estado para impedir la presencia de la izquierda abertzale en las urnas, la Ley de Partidos, tampoco concita demasiada aceptación. Para un 29% sí es un medio eficaz, mientras que el 37% opina lo contrario. Al igual que lo referente a la voluntad de ETA y la izquierda abertzale, en la Ley de Partidos hay una clara dicotomía entre nacionalistas y no nacionalistas. Un 60% de los primeros considera ineficaz esta norma legal, mientras que de entre los segundos, es un 44% quien resta validez a la Ley.
También son mayoría los que consideran positivo un acercamiento selectivo de presos de ETA a cárceles vascas o a de provincias limítrofes. Un 69% apoya esta política penitenciaria, que obtiene refrendo entre los votantes de todo el arco político. Así, un 54% de los votantes socialistas lo ve positivo, mientras que en el electorado de Aralar, apoya este acercamiento un 94%.
Desde la llegada de Patxi López a Lehendakaritza, una de las apuestas más contundentes de los socialistas fue la denominada política de tolerancia cero, en la que uno de los principales bastiones ha sido la retirada de las calles de carteles y fotografías de presos propugnada por Ares. Esta medida divide literalmente a los ciudadanos vascos, puesto que un 40% se muestra favorable, con un 39% en contra de ella.