barcelona. El ya presidente de la Generalitat, Artur Mas, abogó ayer por la humildad en sus primeras palabras tras sacar adelante la votación de investidura: "No me siento salvador de este país; me siento un servidor", recalcó el presidente de CiU tras ser investido gracias a la abstención de los 28 parlamentarios del PSC. Mas resumió sus intenciones diciendo que espera ser un president "útil, honesto, eficaz, leal y enamorado de su país y de su gente", y expresó su deseo de dejar "un buen legado" a su sucesor. El líder convergente recibirá el lunes formalmente de manos de José Montilla, los atributos de su nuevo cargo al frente de la Generalitat.
En cuanto a su investidura, nada se salió ayer del guión previamente pactado entre CiU y el PSC. En el discurso previo a la votación, en la que Mas obtuvo el respaldo de sus 62 parlamentarios, la abstención de los 28 socialistas y el voto en contra del resto (PPC, ICV, ERC, SI y C"s), el entonces aspirante de CiU a dirigir Cataluña alabó el "gesto positivo" de los socialistas al abstenerse, pero, consciente de que el pacto de investidura no le garantiza la "estabilidad" parlamentaria para toda la legislatura, hizo también un llamamiento al resto de grupos a "hacer piña" para "ayudar" al nuevo Govern a sacar al país de la crisis. "No es un acuerdo de gobernabilidad, sino para facilitar la investidura y dar continuidad institucional al próximo gobierno. No representa ningún compromiso del PSC de estabilidad parlamentaria", reconoció respecto a lo pactado.
Buscando abonar el terreno para lograr puntualmente los seis votos que necesita para llegar a la mayoría absoluta en el Parlament, Mas hizo extensiva su oferta de "diálogo y consenso" a todos los grupos de la Cámara sin excepción. "Nuestro gobierno quiere y necesita ser ayudado. Este ofrecimiento de diálogo se mantiene intacto por nuestra parte, durante toda la legislatura. Y no sólo a una formación política, sino a todo el espectro del arco parlamentario", subrayó. Mas argumentó que el grave momento que vive el país requiere la colaboración de todos para "ayudar" al futuro Govern a sacar el país a flote.
los trámites Tras siete años en la oposición, Mas se convertía a las 13 horas en el presidente número 129 de la Generalitat y tomará posesión del cargo el próximo lunes, 27 de diciembre, en un acto solemne en el Palau de la Generalitat, después de que la presidenta del Parlament, Núria de Gispert, se entreviste hoy mismo en la Zarzuela con el rey Juan Carlos para comunicarle la decisión de la cámara. El decreto de designación debe ser firmado por el rey y por el presidente del Gobierno, para luego ser publicado en el BOE y en el Diario Oficial de la Generalitat de Catalunya.
Tras la votación y anunciada ya su proclamación como president por Núria de Gispert, los 62 diputados de CiU se levantaron de sus escaños para ovacionar a Mas, que recibió la felicitación en primer lugar de quien le cederá el cetro del poder en Cataluña, José Montilla, que ayer se despedía del Parlament.
Tras un escueto discurso ya como presidente y después de cantar Els Segadors junto al resto de diputados, Mas inició un improvisado besamanos desde su propio escaño: consellers, líderes parlamentarios y diputados fueron desfilando para ofrecerle sus parabienes.