vitoria. La izquierda abertzale histórica vuelve al Parlamento Vasco, pero no para ocupar ningún escaño en la Cámara. PSE y PP han hecho trabajo de cocina en el Legislativo y sacarán hoy adelante una moción de apoyo a la Ley de Partidos para evitar que concurran a los comicios de mayo formaciones contaminadas por ETA.
Si bien es cierto que mantienen una férrea unidad en materia antiterrorista, que incluso constituye el pilar más sólido del acuerdo de bases, ambas formaciones mantienen diferencias de matiz al respecto, la principal de ellas el hecho de que para el PP tanto la Declaración de Gernika como la entrevista a Arnaldo Otegi en la que, desde la cárcel, reafirmaba la apuesta de la izquierda abertzale por las vías pacíficas y democráticas, no son sino un "lavado de cara" para burlar la Ley que les sacó de las instituciones hace ocho años.
No se fían tampoco los conservadores del Gobierno central, que ven un guiño a la izquierda abertzale en la referencia de José Luis Rodríguez Zapatero a que sus movimientos "no serán en balde".
Esa posición quería reflejar el popular Carlos Urquijo en una moción inicial que finalmente ha derivado en una enmienda de transacción de la que se extirpa esa presunción de culpabilidad, que por otra parte siguen defendiendo los conservadores fuera del Legislativo, donde PSE y PP han preferido mantener su imagen de unidad.
Ayer quedaron patentes esas diferencias en las intervenciones de los dirigentes de una y otra formación. El candidato del PP a diputado general de Álava, Javier de Andrés, afirmó que "se puede depender de una organización terrorista, como pasó con ANV, aunque los estatutos se ajusten a la legalidad". De Andrés cree que, al igual que "una empresa que se dedica al tráfico de droga" puede ejercer su oscuro objeto social "desde una sociedad que está perfectamente constituida en el registro mercantil", la formación que se postule para representar a la izquierda abertzale en las elecciones puede tener vinculaciones con ETA.
En la misma línea se pronunció la presidenta del Parlamento Vasco, la popular Arantza Quiroga, quien pidió en Ciudad Real que "se redoblen esfuerzos" para evitar que "se cuele cualquier lista de la banda" y lamentó la absolución de Arnaldo Otegi de la acusación de enaltecimiento del terrorismo porque, "independientemente del respeto a las sentencias", resulta "evidente" que cuando se ve al exportavoz de Batasuna, "estamos viendo a ETA".
Incidía, por otro lado, en la idea que hoy se tratará de reflejar en el Parlamento Vasco. "El pacto en el País Vasco entre PP y PSE es posible porque hay confianza, lealtad y proyecto, a pesar del fuego amigo de Zapatero".
Mientras, el portavoz del PSE en la Cámara vasca, José Antonio Pastor, sostuvo en una entrevista concedida a ETB que se debe aplicar a rajatabla la Ley de Partidos y que Batasuna no puede tener "una pista de aterrizaje distinta" al resto de partidos. Sin embargo, recordó también que el PP tiene una percepción "más conservadora o más desconfiada respecto a la situación política", y ello a pesar de que los populares vascos "tienen una visión más abierta y amplia de la situación" que Mariano Rajoy. En todo caso, la legalización de la izquierda abertzale histórica dependerá, para los socialistas, de que presente "unos estatutos absolutamente limpios, contundentes, que cumplan a rajatabla la Ley de Partidos". Pastor matizó, además, que deberá ser la Justicia la que decida si esas bases están inmaculadas, y no los gobiernos español o vasco.