JERUSALÉN. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se distanció ayer del plan expresado recientemente por el titular de Defensa, Ehud Barak, para dividir Jerusalén entre árabes y judíos al afirmar que no refleja la posición oficial del Gobierno. "El ministro Barak presentó el plan como jefe del Partido Laborista, y esto no refleja la posición del Gobierno", manifestó Netanyahu en la reunión semanal del Consejo de Ministros.
El dirigente israelí se refería a un discurso pronunciado el pasado fin de semana por Barak en Washington al participar en un foro sobre Oriente Medio organizado por el Centro Saban, en el que dijo que Israel debería mantener el control de todos los barrios judíos de Jerusalén y renunciar a la soberanía de las zonas árabes en favor de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
fronteras Los palestinos aspiran a establecer la capital de su futuro estado en la parte este de la ciudad, capturada por Israel en 1967. Barak manifestó que ese arreglo debería ser parte de un acuerdo de paz global entre ambas partes que diera por finalizado el conflicto palestno-israelí. También subrayó la necesidad de garantizar fronteras sólidas y seguras que permitan una solución de dos estados. Por su parte, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Rodham Clinton, afirmó, en el mismo foro, que su país incrementará la presión sobre el primer ministro israelí para lograr el establecimiento de un estado palestino. "Es hora de lidiar con las cuestiones fundamentales del conflicto, sobre fronteras y seguridad; asentamientos, agua y refugiados, y también Jerusalén", manifestó Clinton, quien se entrevistó en la capital norteamericana con Barak.