DONOSTIA. Los integrantes de la izquierda abertzale tradicional tiene entre ceja y ceja las elecciones del año que viene. A falta de concretar definitivamente los programas y listas de cada pueblo, proceso que pretenden concluir el día 18, los dirigentes de este movimiento se plantean presentarse a la cita municipal con marca propia, mientras que a las Juntas Generales y al Parlamento navarro abogan por ir en coalición.
Estas son dos de las premisas que la antigua Batasuna trasladó a sus bases en la planificación del actual curso político, un texto fechado el pasado septiembre al que ha tenido acceso DNA y que deja patente que la legalización es para la izquierda abertzale cuestión capital.
Mucho se ha hablado y escrito en los últimos meses sobre las posibles parejas de baile de la izquierda ilegalizada en su nueva estrategia. Sus dirigentes no han movido ficha en sus incontables comparecencias públicas. Simplemente se han limitado a asegurar que estarán sí o sí en las urnas. Entre los candidatos a sellar posibles acuerdos electorales están EA y Alternatiba. Sobre el partido de Pello Urizar, la antigua Batasuna recuerda a sus bases que el acuerdo firmado el pasado mes de junio en el Palacio Euskalduna "no quiere decir que tengamos que hacer todo el camino con EA". Y fija como objetivo aglutinar a otras fuerzas políticas. Aquí podría irrumpir la formación liderada por Oskar Matute, partido que, según adelantó este periódico el pasado sábado, figura en los boletines internos de Batasuna como posible socio para compartir "espacios de colaboración". Esta hipótesis no sería extraña, ya que el ex de Ezker Batua se ha dejado ver junto a los dirigentes de la izquierda abertzale en numerosos actos y es uno de los firmantes de la Declaración de Gernika.
Pero a falta de más concreciones sobre los partidos que podrían acompañar a la izquierda abertzale tradicional en las elecciones forales -los sondeos de la Diputación de Bizkaia le otorgan seis junteros- y en los comicios navarros, lo que parece obvio es que a nivel local, la pugna de la antigua Batasuna será en solitario. El poder de la izquierda ilegalizada está en los pueblos y aquí, al menos quiere repetir el resultado de 2007, donde llegó a la alcaldía con ANV en 42 municipios de la CAV y Navarra. Y los deseos de los impulsores de la nueva apuesta política de este movimiento es que la marca propia, 100% de la izquierda abertzale tradicional, será una realidad. Al menos eso es lo que trasladaron los dirigentes abertzales a sus bases, en una radiografía de lo que puede ser el panorama político hasta mayo. Un camino que para la antigua Batasuna debe terminar de forma prioritaria en las urnas: "La izquierda abertzale va a dar el paso para legalizarse y tener una marca propia (...). Estas elecciones tienen que ser el altavoz del proceso democrático y la resolución del conflicto, una oportunidad para avanzar en el proceso. No situamos la legalización solamente mirando a las elecciones, situamos la legalización dentro de los mínimos que tienen que ser aceptados para que el proceso avance. El hecho de ser legales en las elecciones supone un paso importante en la lógica del proceso democrático".
El paso que el 27 de noviembre dieron caras conocidas de la izquierda ilegalizada como Rufi Etxeberria, Txelui Moreno o Marian Beitialarrangoitia al hacer expreso su rechazo a la violencia y a su utilización como herramienta política es una muestra de hasta dónde está dispuesto a llegar este movimiento con tal de estar en las elecciones. Incluso mostraron su disposición a acatar la Ley de Partidos para facilitar la legalización de un nuevo partido político. Precisamente, el impedimento que puede ser la citada ley también se aborda en los documentos. "Cuando decimos que la marca legal tendrá unos estatutos a la medida de la Ley de Partidos, no estamos hablando de ninguna novedad. Abertzale Sozialisten Batasuna (ilegalizado en 2007) en el anterior proceso es un ejemplo de ello. Creemos que tenemos que superar posiciones principistas en torno a la Ley de Partidos. En los ayuntamientos en los que somos legales la asumimos".
a la izquierda del pnv En su planificación para el presente curso, la antigua Batasuna se ve con posibilidades de atraer al "espacio que se sitúa a la izquierda" del PNV. "El espacio independentista y de izquierdas está ganando referencia. Tenemos que construir una nueva hegemonía política abertzale que tenga reflejo y peso político en las instituciones", se puede leer en un parrafo del apartado en el que se analiza el panorama ante las elecciones del próximo mes de mayo.
No es la única vez que se menciona al partido de Iñigo Urkullu en los documentos internos a los que ha tenido acceso este periódico. En una serie de preguntas y respuestas en las que la izquierda ilegalizada intenta explicar las posibles dudas de sus militantes ante su estrategia de "unilateralidad", es tajante ante la posición de los jeltzales, a los que engloba junto a socialistas y populares: "Cada paso que damos fortalece nuestra posición política. Nosotros somos dueños de nuestros ritmos, conscientes de que cada paso conlleva dar nuevos pasos, pero sabiendo que es una manera efectiva de romper con el bloqueo. Mientras la izquierda abertzale se fortalece, los que apuestan por el inmovilismo y el bloqueo político ven debilitada su posición. Cada paso que damos supone más presión hacia el resto de agentes, haciendo variar su posición política. Ésta es la razón por la que PSOE, PNV y PP niegan que haya cualquier movimiento o novedad, aunque se estén empezando a dar".