durango. La capital del duranguesado asistió ayer al nacimiento de un nuevo Movimiento por los Derechos Civiles de Euskal Herria que pretende movilizar a la ciudadanía vasca para que sea ésta la que empuje a los estados español y francés a garantizar el ejercicio de todos los derechos "humanos, civiles y políticos", y a ETA, a dejar también de inculcarlos abriendo así la puerta a un nuevo tiempo de paz y convivencia normalizada.
"Este país lleva demasiado tiempo estancado en dinámicas de violencia e imposición multidireccionales, que bloquean e impiden crear un nuevo marco democrático en el que desarrollar libremente nuestra vida política y social". Ésta fue una de las principales ideas que explicaron ayer quienes ejercieron de primeros portavoces de este movimiento, Periko Ibarra y Eider Rodríguez, que estuvieron respaldados en todo momento por un amplio abanico de personalidades que hicieron visible su apuesta por construir un colectivo "unitario, abierto y plural". Entre ellas, el ex secretario general de EA, Unai Ziarreta, el miembro de CCOO Euskadi Jesús Uzkudun, el ex alcalde de Getxo por el PNV Iñaki Zarraoa, el representante de Aralar Dani Maeztu o históricos miembros de la izquierda abertzale ahora ilegalizada como Karmelo Landa, fueron algunos de los nombres propios que respaldaron esta nueva apuesta.
"garantizar" los derechos El espíritu que mueve a esta nueva red es claro y, en la coyuntura actual, se plasma en dos exigencias: a los estados español y francés que "garanticen" todos los derechos humanos, civiles y políticos de todas las personas; a ETA, que responda a los emplazamientos para un alto el fuego permanente y verificable realizados en la Declaración de Bruselas y en el Acuerdo de Gernika. "Cuando por fin se han abierto posibilidades reales de cambio" para dejar atrás las "dinámicas de violencia e imposición multidireccionales", no pueden admitirse los "vetos" que intenten impedir ese futuro "escenario donde se garanticen el derecho a la vida y a la libertad, el derecho a decidir libremente sin excusas ni vetos, el derecho a un futuro en libertad y paz para todos y todas", es decir, lejos de "bloqueos, retrasos ni actuaciones" contrarias a "este proceso de cambio total de ciclo".
Sus promotores explicaron que buscan que se convierta en "un gran movimiento por los derechos civiles y políticos unitario, abierto y plural" que sea "decisivo para llevar a buen término el proceso de cambio" bebiendo del espíritu que llevó a Adierazi EH a movilizarse en verano concitando un apoyo ciudadano "masivo" a estas demandas.
En este sentido, hicieron un llamamiento para salir "a la calle" el próximo día 10 -Día Internacional de los Derechos Humanos- bajo el lema Eskubide Guztiak Denontzat (Todos los derechos para todos).
"cortina de humo" El portavoz del PSE, José Antonio Pastor, fue el encargado de dar la primera impresión sobre esta nueva agrupación de entre los partidos que se han quedado fuera de su respaldo. "Si su nacimiento sirve para "llegar a un escenario de paz, bienvenido sea"; "si lo quieren es enredar, crear cortinas de humo y volver a hablar de mesas de partidos, perderán el tiempo", argumentó en la linea de escepticismo y cautela impuesta desde Ajuria Enea.
Pastor dijo intuir tras esta "ebullición" de nuevos colectivos y movimientos soberanistas un intento de "preparar el terreno" hacia un posible escenario de "paz y de política". "Supongo que ahí hay una cierta confusión" ya que conviven diferentes opciones políticas "intentando escenificar lo que quieren hacer", dijo laminando la credibilidad de su futuro, para después concluir que, en todo caso y a pesar de la presencia de miembros del PNV o CCOO, se trata de movimientos que se realizan exclusivamente para "consumo interno" y vienen avalados siempre por "los mismos".