Vitoria. A falta de seis días para que el Día de la Memoria aúne el impulso común de las instituciones vascas -Gobierno, Parlamento, juntas generales y ayuntamientos- en recuerdo de las víctimas del terrorismo, la gestión de esta iniciativa dibuja fisuras que hacen peligrar la pretendida unidad de la clase política.
Aralar destapó ayer la caja de Pandora al denunciar un ninguneo por parte de los partidos con mayor presencia parlamentaria. Según expuso su portavoz en el Legislativo vasco, Aintzane Ezenarro, ella y sus compañeros de formación tanto en esta institución como en la demás donde cuentan con representantes conocieron a través de los medios de comunicación la existencia de un texto consensuado para la ocasión por PNV, PSE y PP. Pero, además de esta crítica, añadió que en el texto no se incluyen las víctimas de derechos humanos vulnerados por el Estado y los damnificados por el franquismo. Sin este añadido, Aralar no celebrará el Día de la Memoria junto a las demás fuerzas vascas, ya que considera que el acto se limita al "juego partidario de PSE y PP", aunque también echó en cara a los jeltzales su participación en esta estrategia.
Ezenarro confió en que estas desavenencias queden solventadas antes del miércoles, pero el calendario es muy ajustado. Según ha podido saber DNA, la víspera, el martes, la Junta de Portavoces expondrá el documento que pretende trasladar como declaración institucional, para lo que resulta imprescindible el plácet de todas las fuerzas, tal y como recordaron Aralar y la formación jeltzale, desde donde aseguraron que se limitaron a añadir aportaciones al texto remitido por la Dirección de Víctimas.
De momento, PSE, PNV y PP aseguran que no corresponde a ellos la tarea de encauzar la sintonía entre grupos a cuenta de la declaración, un encargo realizado por el propio Parlamento a la Dirección de Víctimas -enmarcada en el Departamento de Interior-, tal y como se desprende de la Ley de Víctimas rubricada por unanimidad en la Cámara, un texto este último en el que se basa el documento consensuado por las tres grandes fuerzas vascas y en el que tampoco se contemplan los damnificados por el franquismo o el Estado, denominados también víctimas de motivación política.
Aralar tampoco tomará la iniciativa para buscar el consenso, al considerar que no es al grupo parlamentario a quien corresponde asumir esta responsabilidad. En lo que respecta al resto de grupos que no han sido consultados para confeccionar la declaración institucional, tanto EA como EB delegan la decisión en sus respectivas ejecutivas, mientras que UPyD asegura su participación en el acto del miércoles.