vitoria. En el PSE llevan semanas recordando que es el Gobierno Vasco quien en última instancia debe firmar el acuerdo que permita traspasar las políticas activas de empleo a Euskadi, y ayer, unas pocas horas después de la foto de Urkullu y Erkoreka en el Congreso, los socialistas vascos volvieron a hacerlo. Eso sí, no era el mejor momento para reivindicar con agresividad la paternidad de la criatura. Por ello, la consejera de Empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta, cuyo departamento va a ver multiplicado su presupuesto gracias a la nueva transferencia, fue la encargada de decir que con las políticas activas de empleo todo el mundo sale beneficiado.

"Podemos establecer quién gana o quién pierde, pero hoy ganamos todos los vascos, gana Euskadi y gana el Estado", afirmó Zabaleta, quien en todo caso reivindicó el papel Ejecutivo autónomo y negó que haya sido un convidado de piedra en todo el proceso, como asegura el PNV. "El Gobierno ha estado permanentemente al tanto de las negociaciones", afirmó la consejera, que acusó a los jeltzales de haber perjudicado a los desempleados vascos con su "veto", así que en la línea marcada por el lehendakari dio la "bienvenida al PNV al irrenunciable objetivo de la transferencia que inició este Gobierno y que cerrará este Gobierno".

Trataba así Zabaleta de amortizar en parte el éxito de un traspaso que, efectivamente, rubricará el Gobierno Vasco, aunque aún no hay fechas para ello. La consejera explicó que el Ejecutivo está "ultimando fechas" para convocar la Comisión Mixta de Transferencias en la que las políticas activas de empleo pasarán a ser competencia de Euskadi de forma oficial.

La titular de Empleo y Asuntos Sociales afirmó además que los términos del acuerdo alcanzado entre el presidente Zapatero y el líder del PNV Iñigo Urkullu "no vulneran las líneas rojas, no rompen la caja única", y siguen "la hoja de ruta de este Gobierno". Según Zabaleta, los gobiernos nacionalistas frustraron a los desempleados al no cerrar antes el traspaso.