vitoria. El PNV no se moverá ni un milímetro de su exigencia con respecto a las políticas activas de empleo. Según confirmaron ayer a DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA fuentes del partido jeltzale en el Congreso, la oferta que tiene sobre la mesa José Luis Rodríguez Zapatero para poder ver aprobados los Presupuestos del próximo año y evitar la convocatoria de elecciones anticipadas es la misma que hace dos semanas, dos meses o un año. La diferencia ahora es que el PSOE tiene apenas una semana para responder al partido de Urkullu, pues el próximo viernes Zapatero tendrá que someter a votación su Proyecto de Presupuestos para 2011. "Las bonificaciones de las cuotas a la Seguridad Social son irrenunciables, por lo que la Ejecutiva del PNV no aprobará ninguna transferencia inferior a 450 millones de euros", apuntaron ayer los nacionalista, que confían en obtener el sí de Zapatero a su planteamiento de partida y de llegada.

"Sería histórico", aseguran, obtener el traspaso de las políticas activas con la bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social incluidas tras treinta años en los que esta materia era un tabú para los diferentes gobiernos centrales.

En la semana que ahora toca su fin, PNV y PSOE han mantenido frecuentes encuentros, han intercambiado papeles y han tratado de acercar posturas, pero los jeltzales insisten en que no cederán en su exigencia pues, como afirmó ayer Iñigo Urkullu, el PNV "no tiene voluntad de ser el salvavidas de nadie".

López, tranquilo Y mientras, el lehendakari espera un acuerdo con tranquilidad, tras haber decidido que el desgaste en este tema es inútil y que a la postre será él quien gestione la transferencia. Ayer en Donostia López reiteró que sería una "buena noticia" que hubiera acuerdo, y que lo único negativo de este proceso "fue el veto del PNV a las políticas activas" el año pasado.

En Aralar no creen que esa actitud sea la más apropiada en un lehendakari, y así Aintzane Ezenarro acusó a López de no liderar al país y de estar dispuesto a "asumir lo que le dieran desde Madrid".

El discurso de EA, sin embargo, pasa más por criticar al gobierno central y al PNV, que a juicio del portavoz parlamentario de EA, Juanjo Agirrezabala, "mercadean" con el Estatuto para negociar en función de sus "intereses políticos". Agirrezabala recordó que el Gobierno "tiene la obligación de transferir las políticas activas, las pasivas y el resto de transferencias pendientes".

Desde UPyD, por su parte, Gorka Maneiro consideró que la retirada del lehendakari a un segundo plano en espera de que se cierre la transferencia supone "asumir las tesis nacionalistas", lo que, denunció, "propiciará la ruptura de la caja única de la Seguridad Social".

Por último, el presidente de Confebask, Miguel Lazpiur, urgió en Euskadi Irratia a ambas partes a alcanzar un acuerdo completo para que la transferencia llegue a la CAV "cuanto antes".