JAVIER ENCINAS
PAMPLONA. El objetivo declarado de Eusko Alkartasuna y la ilegalizada izquierda abertzale de trabajar en favor de la acumulación de fuerzas soberanistas no ha conseguido, hasta el momento, sumar a Aralar en la CAV, y en Navarra sigue los mismos derroteros. Después de que las tres mencionadas organizaciones se hayan reunido en al menos tres ocasiones en la Comunidad foral, la formación que lidera Patxi Zabaleta ha decidido no incorporarse al acuerdo que EA y la antigua Batasuna presentaron el viernes como el desarrollo, "específico para Navarra", del pacto que éstos firmaron el 20 de junio en el Euskalduna de Bilbao para remar hacia la constitución de un estado vasco independiente.
Dos son las razones principales que separan a Aralar de los otros dos interlocutores: el reconocimiento de que Navarra debe tener su propio ámbito de decisión y el compromiso "claro" con el fin de la violencia.
En cuanto al primer punto, las diferencias residen en que mientras EA y la izquierda abertzale entienden que las cuestiones relacionadas con la territorialidad son "un tema nacional", en Aralar subrayan que "no sería entendible ningún acuerdo sobre Navarra que no reconozca su ámbito de decisión propio".
El segundo asunto que suscita discrepancias está relacionado con la pacificación y normalización política. También en este tema EA y la izquierda abertzale defienden que es un contenido que debe ser consensuado "a nivel nacional", en tanto que para Aralar "no es posible firmar ningún documento con Batasuna si en el mismo no se expresa un compromiso claro" que persiga el fin de la violencia.
Del intercambio de documentación entre estas formaciones se desprende que ninguna de ellas quiere polemizar, pese a que a Aralar le pilló "por sorpresa" que EA y Batasuna hicieran público su decálogo para el cambio en Navarra.