pamplona. El Tribunal Supremo ha avalado el procedimiento por prevaricación contra el juez Baltasar Garzón por declararse competente sin serlo para investigar las desapariciones durante el franquismo. Esta decisión, anunciada ayer públicamente, abre las puertas definitivamente para que el juez estrella de la Audiencia Nacional (hoy relevado de su puesto y ejerciendo como asesor de la Fiscalía en el Tribunal de La Haya) sea juzgado, posiblemente, entre noviembre y diciembre.

La Sala de lo Penal del Alto Tribunal, en un auto fechado el pasado 26 de julio y notificado ayer, desestima el recurso de apelación presentado por el juez contra la decisión del magistrado Luciano Varela, instructor de la causa, de proceder contra él. En el auto, los cinco magistrados de la sala confirman la denegación de las pruebas solicitadas por Garzón y consideran que el criterio de Varela no fue "ilógico ni arbitrario".

argumentos El pasado 7 de abril, Varela aceptó proceder contra Garzón por un presunto delito de prevaricación por haberse declarado competente para investigar las desapariciones del franquismo, al considerar que carecía de competencia para investigar estos hechos.

Garzón recurrió esta decisión al entender que las diligencias no podían considerarse terminadas, es decir, que no se había llegado al final de la instrucción sumarial porque faltaban por practicar pruebas que él había solicitado.

Ahora, los magistrados Juan Saavedra, Adolfo Prego, Joaquín Giménez, Francisco Monterde y Juan Ramón Berdugo explican que es al instructor de la causa a quien compete determinar qué diligencias son necesarias e imprescindibles y decidir "el momento en el que se han conseguido los fines de la instrucción". Además, insisten en que la decisión de sobreseer o abrir juicio oral de un proceso "entraña un pronunciamiento sobre el fondo del asunto" que la ley atribuye al instructor.

La sala de lo penal considera asimismo que el auto de Varela se "acomoda" a lo establecido por la ley y que su criterio "no es ilógico ni arbitrario" cuando considera innecesarias las pruebas que pidió Garzón, entre ellas que se tomara testimonio a varias personalidades jurídicas y expertos internacionales que le apoyan

Pero éste no es el único tema que acosa a Garzón, que tiene abiertas otras dos causas en el Supremo: una por ordenar grabar las conversaciones en el caso Gürtel y otra por los cobros recibidos durante su estancia en Nueva York.