Vitoria. El Gobierno Vasco está dispuesto a "revisar" el techo en la cuantificación de las políticas activas de empleo para allanar el camino que separa el apoyo del PNV a los Presupuestos Generales del Estado. La línea roja marcada por el lehendakari se ciñe a la ruptura de la Caja Única de la Seguridad Social, así que mientras este hecho no se produzca, los 300 millones de euros en los que los socialistas cuantificaron el traslado competencial podrían acercarse a los 480 que la formación jeltzale exige para completar la transferencia -pendiente en el Estatuto de Autonomía de Gernika- y sentarse a negociar las Cuentas del Estado.

La visión de Patxi López, expuesta ayer en Radio Euskadi, se suma a las recientes interpretaciones socialistas que acercan cada vez más una histórica demanda de la Administración vasca. Así lo ve el secretario general del PSE, quien aseguró que "hay margen para la negociación y para el acuerdo".

Y tras la de cal, la de arena. López y jeltzales mantienen su pugna sobre el papel que juega el PSE en las negociaciones de nacionalistas y socialistas en Madrid, donde el lehendakari insiste en el "protagonismo" de su partido mientras que el portavoz jeltzale en el Congreso, Josu Erkoreka, reiteraba ayer que López y los suyos "nunca han estado" en estas conversaciones "ni de lejos".

La voz del PNV en la Cámara Baja instó al Gobierno de Zapatero a hacer los deberes antes de presentar el proyecto presupuestario, de modo que las cosas queden "totalmente claras" de forma previa a acometer el debate en el Congreso. El dirigente nacionalista aseguró que el objetivo de sus conversaciones con el Ejecutivo socialista es que Euskadi obtenga "los instrumentos que necesita para hacer frente a la crisis económica y al desempleo, y no, como algunos dicen por ahí, ir contra alguien o buscar el desgaste de alguien".

López no se da por aludido ante esta reflexión y rechaza que el PNV y Zapatero le estén haciendo "la pinza" en las negociaciones presupuestarias. Precisó que, "por sentido de Estado", entiende "la necesidad que tiene el Gobierno de España de tener unos Presupuestos que determinen claramente el combate contra la crisis y la reducción del déficit porque, si no, volveríamos a estar bajo la lupa de los mercados internacionales, y sabemos a dónde puede llevar esto".

No obstante, insistió en que su partido no quedará "como un convidado de piedra" en la negociación porque "va a estar informado e incluso presente, posiblemente".