vitoria. La negociación de los Presupuestos Generales del Estado hace mella en los aparentemente sólidos pilares del acuerdo de bases rubricado por socialistas y populares en Euskadi. El oasis en las abruptas relaciones de PSOE y PP que parecían cobijar las fronteras autonómicas ha dado paso a una firme reacción de los pupilos de Antonio Basagoiti, que ayer acusaron a Zapatero de poner en riesgo el pacto vasco a cambio del apoyo del PNV en Madrid.

El secretario general de la formación conservadora en la CAV, Iñaki Oyarzábal, interpreta que el presidente del Gobierno español se "humilla" ante el PNV por aferrarse a su cargo y esquivar un adelanto electoral que, probablemente, pondría fin a su etapa en la Moncloa. Pero esta reacción contraria al líder del PSOE no parece inquietar al Gobierno Vasco, que reitera la "buena salud" que a sus ojos mantiene el pacto por el cambio firmado con los populares. En esta línea, la portavoz del Ejecutivo de Vitoria, Idoia Mendia, aseguró que la negociación de los Presupuestos entre Zapatero y el PNV no tendrá "ningún perjuicio ni ningún menoscabo" para la sintonía entre las formaciones constitucionalistas en suelo vasco. Es más, el propio Oyarzábal confirmó en la rueda de prensa que ayer ofreció en Vitoria que su partido, haciendo valer la condición de socio preferente, ha comenzado ya los primeros contactos con el PSE para elaborar un proyecto presupuestario autonómico para el próximo ejercicio.

Por la parte socialista, después de que Zapatero explicitara su disposición a transferir competencias ligadas al ámbito económico y el empleo -como contrapartida a los votos jeltzales en el Congreso-, las críticas del PSE hacia el partido liderado por Iñigo Urkullu bajaron varios enteros. No obstante, el PSE sigue defendiendo su protagonismo en esta negociación y ayer José Antonio Pastor aconsejó al presidente del Gobierno afrontar esta misión con "más tranquilidad", al constatar que existe "margen" para lograr un acuerdo con los jeltzales que no implique ceder a su "chantaje".

El portavoz de la Ejecutiva del PSE se refería así al papel determinante que jugará su partido a la hora de pronunciarse sobre los presupuestos de las diputaciones vascas, donde el PNV ejerce el control en minoría.

"ni mudos ni sumisos" De la misma forma, el secretario general del PSE en Álava, Txarli Prieto, advirtió al PNV de que no permanecerán "mudos ni sumisos" ante las pretensiones negociadoras de los jeltzales. "Si quieren anular y enfrentar al Gobierno de España con el Gobierno Vasco, al PSOE con el PSE, lo tienen difícil", añadió.

Sin salir de este partido, aunque en un tono muy diferente, el Gabinete de Zapatero sigue fielmente los postulados de su líder y mantiene las puertas abiertas al apoyo nacionalista. La número dos del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, no dudó ayer en afirmar que las Cuentas saldrán adelante o, lo que es lo mismo, que el PNV brindará el respaldo necesario para alcanzar la mayoría parlamentaria necesaria en la votación.

Y es que el mensaje procedente de los socialistas en Madrid, se ciñe hoy en día a matizar que las reivindicaciones jeltzales no implicarán una ruptura de la Caja Única de la Seguridad Social, por lo que el posible acuerdo que se logre no vulnerará el entramado institucional actual y será "respetuoso con la Constitución y todas las leyes", según transmitió el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso.