vitoria. La rueda de prensa con la que Educación dio inicio al curso escolar sigue dando de qué hablar; sobre todo después de que la consejera, Isabel Celaá, dejara en el aire más preguntas que respuestas sobre cómo se desarrollará en los colegios vascos el polémico Plan de Convivencia Democrática y Deslegitimación de la Violencia.
Primero fue la comunidad educativa la que criticó la "improvisación" que lastra la actuación del equipo de Celaá ante la inminente llegada a las aulas de escolares y profesores, y ayer la clase política tomó también el pulso de esta cuestión.
en riesgo de quedarse solo La parlamentaria jeltzale Maribel Vaquero fue la encargada de negociar con el Gobierno la reformulación de este plan en junio, y fue ayer la encargada de valorar cómo arranca ahora su aplicación, ante la que Celaá reconoció el pasado miércoles que ni tiene elaborado ningún material específico con el que desarrollar las clases, ni ha formado a los profesores para que las impartan. Para Vaquero, es "preocupante" tanto esta "falta de transparencia" como la muestra de "desprecio" hacia el profesorado que representa que se hayan tenido que enterar "por la prensa" del estado de una cuestión que tendrán que afrontar en 48 horas, lo que le ha llevado a presentar una iniciativa en la que pide a Educación que se explique ante el Parlamento.
Lo mismo tiene pensado hacer el PP vasco que, sin embargo, aún "disculpa" la actuación de Celaá.
Según supo ayer DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA por boca de su número dos, Iñaki Oyarzábal, el PP confía en que la situación se reconduzca a medida que la comunidad educativa se "familiariza" con el nuevo plan, lo que no es óbice para que su formación vaya a pedir al PSE que explique "qué pasos ha dado" este verano y cuáles piensa dar.
Todo esto, unido a las reservas mostradas por Aralar, EA, EB y UPyD, y por la práctica totalidad de la comunidad educativa, dibuja un escenario crítico en el que el PSE puede acabar encontrándose solo para aplicar los contenidos de este nuevo plan.