El secreto es uno de esos conceptos que siempre han fascinado al ser humano. El hecho de que existan determinadas informaciones que quedan reservadas para el consumo exclusivo de unos pocos privilegiados ha llevado a quienes ansían conocerlas, y a quienes quieren protegerlas, a las mayores miserias y a las mayores hazañas.
Ahora, en pleno siglo 21, Internet amenaza con derribar las últimas barreras que protegen los secretos, democratizando el consumo de una información más globalizada de lo que nunca antes había estado.
La culpable de esta situación que en los últimos meses ha puesto en jaque a gobiernos tan poderosos como los de China o Estados Unidos es Wikileaks, una herramienta que hace posible e incluso fomenta la filtración de informaciones de esas a las que aún se les cuelga la etiqueta de confidenciales, y que ya da sus primeros pasos también en Euskadi.
En el propio nombre de esta aplicación informática está la explicación de su naturaleza. Resulta de la unión de los términos Wiki, heredero de la popular enciclopedia on line wikipedia por la que usuarios de todo el mundo comparten sus conocimientos para explicar cualquier sujeto de estudio, y leak, verbo inglés derivado del término gota que viene a significar traducido al castellano filtración.
filtraciones "éticas" Así, Wikileaks es un universo colgado en la Red al que cualquier usuario -como sucede en la Wikipedia- puede subir aquellas informaciones confidenciales que obren en su poder y que considere que, por muy secretas que los regidores del poder quieran que sean, deben ser de dominio público para crear una sociedad más libre por cuanto estará informada de primera mano de aquellos datos que hasta ahora le eran negados.
El campo donde más resonancia está teniendo esta nueva herramienta es el de la revelación de los denominados Secretos de Estado.
Cuando un funcionario por el que pasan a diario un buen puñado de informaciones confidenciales decide que lo más "ético" es compartir alguna de ellas con el gran público se expone a incurrir en un grave delito contra la seguridad de ese mismo Estado. Sin embargo, Wikileaks garantiza el anonimato de la filtración como se ha demostrado en el reciente caso de datos sobre la estrategia estadounidense en Afganistán -más de 70.000 documentos entre los que se encontraban incluso planes del Ejército norteamericano para asesinar a líderes afganos-, por lo que el ético filtrador queda a salvo de la tormenta que puedan desatar sus revelaciones. Euskadi Leaking Ético es el pionero de esta práctica en el ciberespacio vasco. Sus promotores aseguran que su intención es "promover fugas de información con fines honorables", como denunciar aquellas situaciones "políticas, sociales, económicas o culturales" que atenten contra "los derechos humanos, las libertades individuales de los individuos o los sistemas democráticos de gobierno". En definitiva, "romper las barreras" que esconden informaciones protegidas por la etiqueta confidencial pero que, en su opinión, deberían ser de conocimiento general por cuanto abordan áreas "de interés público".
Por ahora se trata de un proyecto en fase casi embrionaria centrado en subrayar las virtudes de esta nueva herramienta y, en su caso, en acelerar "el fin de los terroristas" mediante "la transparencia" en las informaciones.
Sin embargo, su sólo nacimiento abre la puerta a que los internautas vascos avancen en esta senda haciendo peligrar la integridad de los candados que hasta ahora protegían los principales secretos presentes y pasados del país.
gobierno abierto, pero no a todo El Gabinete López presentó la web Irekia como un proyecto estrella con el que quería dar la vuelta a la relación que históricamente habían mantenido gobernantes y gobernados acortando la distancia que les ha separado.
Sin embargo, ante la llegada de Wikileaks a Euskadi, sus responsables consideran que la circulación de la información propia de los poderes públicos, aunque de la manera más abierta posible, debe transitar por unos cauces sujetos a un mínimo control; al menos, el que exige que la información que se publique no "engañe al receptor".
Según explicó a DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA la directora de Participación y Comunicación en Internet del Gobierno Vasco, Nagore de los Ríos, el Ejecutivo considera "positiva" la llegada de este tipo de herramientas, pero siempre que se usen "con seriedad". "Estamos atravesando una línea muy peligrosa" en la que las informaciones que se filtren se pueden ver contaminadas por la intencionalidad de sus emisores, advirtió, antes de añadir que la "credibilidad" será algo que los impulsores de estas iniciativas "se tendrán que ir ganando". En todo caso, De los Ríos subrayó que, a la hora de hacer llegar la información sobre su gestión, la pelota está "en el tejado del propio Gobierno". "En la medida en que avancemos hacia la transparencia, menos problemas podrán causar las filtraciones. Si se hacen las cosas bien todo debería ser publicable, y ése es uno de los objetivos del Ejecutivo para que la información no quede en manos de terceros", concluyó.
Esta lectura coincide -de partida- con la que hacen los promotores de esta pionera wikipedia confidencial vasca. Pero, ¿qué hubiera pasado si alguien hubiera filtrado los contenidos de la negociación que se produjo en Loiola durante el último proceso de paz? ¿Las apuestas de cada uno de los agentes que intervinieron habrían sido las mismas? ¿Hubiera ayudado, o hubiera hecho imposible un diálogo de este tipo? El debate está abierto dentro y fuera de un ciberespacio que cada vez se antoja más poderoso y más infinito.