Plantó cara en 2003 a Alberto Ruiz-Gallardón, con quien compitió -y perdió- por el Ayuntamiento de Madrid, y ahora pujará con el líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, por devolver la ilusión al PSM e intentar destronar a Esperanza Aguirre. Trinidad Jiménez García-Herrera nació en Málaga hace 48 años y lleva más de la mitad de ellos en política; es afín al equipo más próximo al jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien ayudó a alcanzar el liderazgo del partido en el año 2000. Esa cercanía convirtió a Jiménez, desde que Zapatero llegó a La Moncloa en 2004, en ministrable, aunque fue en abril de 2009 cuando fue nombrada titular de Sanidad y Política Social. Como ministra debió de afrontar, casi sin tregua, la crisis provocada por la gripe A; ha gestionado la venta sin receta en las farmacias de la píldora del día después y la aplicación de la Ley de Dependencia.
Vinculada al PSOE desde 1984, ha ocupado varios cargos orgánicos en el partido, entre ellos la Secretaría de Política Internacional, pero su principal valor ha sido la disposición a ocupar el puesto que el partido le ha encomendado en cada momento. Así, compitió con Gallardón en 2003 aunque no evitó una contundente derrota, pero permaneció como portavoz en el Ayuntamiento hasta que en 2006 fue llamada para liderar la Secretaría de Estado para Iberoamérica. Su naturalidad y simpatía, y su ya célebre chupa de cuero negro, fueron tarjeta de presentación en Madrid, donde trató de imponer un estilo propio, caracterizado por estar casi a diario a pie de calle, desde la que criticó las obras "faraónicas" de Gallardón.
Nacida en Málaga, Trini, se afilió al PSOE en 1984 tras asumir que su verdadera vocación no era la judicatura, a pesar de ser licenciada en Derecho y de la arraigada tradición familiar. Su padre, José Jiménez Villarejo, fue magistrado del Tribunal Supremo y su tío Carlos fue jefe de la Fiscalía Anticorrupción.