madrid. Media docena de excarcelados cubanos que permanecen en Madrid recurrirán al Defensor del Pueblo para que el Gobierno español les reconozca como asilados políticos y no les presione para que acepten trasladarse desde la capital a otros puntos del territorio nacional, informó ayer el abogado que les representa, Fernando Vizcaíno.

Lo harán a través de un escrito, que quieren presentar esta misma semana, en el que pedirán al Defensor que "inste" al Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación a que les "reconozca el estatuto de asilo político", concreta el letrado. Aunque la concesión del asilo la decide una comisión tripartita formada por representantes de Exteriores, Interior y Justicia, el escrito se refiere al departamento que dirige Miguel Ángel Moratinos por ser él quien ha traído a España a una veintena de ex presos políticos, manifestó Vizcaíno.

Los disidentes liberados pedirán también al Defensor del Pueblo -cuya titular en funciones es desde el 1 de julio María Luisa Cava de Llano al concluir el mandato de diez años de Enrique Múgica- que pida a las autoridades españolas que "no presionen a los excarcelados" para que acepten ser trasladados desde Madrid a centros de acogida en otros puntos de la geografía española. Según Vizcaíno, representantes de Exteriores les han dicho que debían acceder a abandonar los hoteles de Vallecas y Móstoles en los que permanecen alojados provisionalmente desde su llegada a Madrid para que puedan llegar más compañeros que va a liberar el régimen castrista.

Esta media docena de excarcelados -a la que se pueden unir otros disidentes en los próximos días- solicitará al Defensor que pregunte al Ejecutivo español si ha llegado a "algún pacto" con el Gobierno castrista "que le impida reconocerles el estatuto de asilados políticos".

Estos disidentes rechazan acogerse a la protección internacional asistida, el estatus que les propone el Ministerio del Interior para regularizar su situación. Esta figura jurídica les permitiría tener permiso de residencia y trabajo en España, poder volver a Cuba con autorización y participar en actividades políticas, lo que no lograrían con el asilo (refugio político).

De los veinte opositores cubanos acogidos en España, nueve han optado por marcharse de Madrid. Los destinos escogidos son Málaga, Cullera (Valencia), Gijón (Asturias), Alicante, Jerez de la Frontera (Cádiz), Sigüenza (Guadalajara) y Chile. También hay familiares que se han ido a Barcelona y La Rioja.

Uno de estos exiliados, Julio César Gálvez, denunció que se les está "presionando" para marcharse de la capital a centros de acogida de estas ciudades, cuando Exteriores, se comprometió a respetar su voluntad.