vitoria. El Congreso celebra hoy por primera vez el Día de homenaje a las Víctimas del Terrorismo y al acto acudirá una representación del Gobierno Vasco que encabezarán el lehendakari, Patxi López, y su consejero de Interior, Rodolfo Ares, que estará presidido por los reyes de España.
A dicho cónclave no podrá acudir, sin embargo, el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, por tener que participar en la reunión del G-20, que tiene lugar este fin de semana en Toronto (Canadá) y en su lugar asistirá la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega. Sí ha confirmado su presencia el líder del principal partido de la oposición, Mariano Rajoy.
Del mismo modo, habrá representación de todos los grupos que conforman el arco parlamentario. Así, se espera contar con los portavoces de PSOE y del PP del Congreso, José Antonio Alonso y Soraya Sáenz de Santamaría, y de sus homólogos en el Senado, así como de Josep Antoni Duran i Lleida (CiU), Josu Erkoreka (PNV), Gaspar Llamazares (IU-ICV), algún representante de ERC y Francisco Jorquera (BNG, encuadrado en el Grupo Mixto), entre otros, se informó a Europa Press fuentes parlamentarias.
El homenaje, que los representantes de las víctimas del terrorismo y las altas autoridades del Estado presenciarán desde la tribuna de invitados, comenzará con la interpretación del Himno Nacional y la intervención del presidente del Congreso, que dará la palabra al Rey. A continuación, los asistentes guardarán un minuto de silencio en memoria de las víctimas y se interpretará una pieza musical.
la organización más sanguinaria El hecho de que el acto se celebre hoy coincide con el 50 aniversario del que las autoridades españolas han decidido ahora considerar el primer asesinato de ETA, el de la niña Begoña Urroz, a pesar de que la autoría de aquel atentado no fue reivindicada por ninguna organización armada.
Lo que es cierto es que ETA es la organización que más víctimas mortales ha causado en sus 50 años de actividad, una cifra que asciende a 858 personas. Su última víctima fue el policía francés Jean-Serge Nérin, muerto en un tiroteo con miembros de ETA el 16 de marzo pasado. En todos estos años, ETA ha asesinado a militares, guardias civiles, policías, políticos, jueces y centenares de civiles en una espiral terrorista que, medio siglo después, todavía continúa.
Lo que sí ha cambiado y mucho, es el reconocimiento social y político que reciben las víctimas, la "referencia ética" en la lucha contra el terrorismo. "Antes las víctimas eran molestas, tenían que estar casi avergonzándose y escondidas", lamenta la presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Ángeles Pedraza, que recuerda la dureza de los "años de plomo", con atentados mortales casi todas las semanas.
El año 1980 fue especialmente sangriento, con 98 asesinatos a manos de ETA, escalada terrorista que se mantuvo con altibajos durante la siguiente década hasta 1991, en el que la organización segó la vida de 45 personas. Desde entonces, las estadísticas del terror presentan una línea descendente, con tres años en blanco -1999, 2004 y 2005-, seguidos de una época muy dura para ETA, con detenciones sucesivas y una actividad terrorista en declive aunque con capacidad para causar daño.
Desde la Federación de Asociaciones de Víctimas, reconocen avances, aunque calculan que todavía hay cerca de 400 asesinatos que no han sido juzgados, de los que más de un centenar ya han prescrito. A ello se suma que muchas víctimas, o no han cobrado ninguna indemnización, al desconocer que tenían derecho a ello, o la que recibieron en su día fue "ridícula".