vitoria. Nuevo coordinador de Aralar en Álava: ¿cómo se encuentra el proyecto del partido en este territorio y a dónde lo quiere llevar?
Pues me encuentro con un partido que por una parte está consolidado en el territorio y tiene una importante implantación, y que a la vez aspira a conseguir una mayor representación en juntas y a entrar en el Ayuntamiento de Vitoria.
¿Cuáles son los principales objetivos y los principales retos que se marca su nuevo equipo?
Sobre todo el de la presencia de Aralar en la política del día a día, en los temas que interesan a los alaveses más allá de la política general. Tenemos mucho que decir en estos asuntos y es en los que queremos estar defendiendo con claridad y con fuerza nuestra pertenencia a la izquierda abertzale, pero desde los parámetros fundacionales de Aralar. Por eso queremos aumentar nuestra representación, pero sobre todo, para acercar a la sociedad, en un contexto mediático tan difícil como el que nos toca vivir a las fuerzas progresistas, el mensaje de una fuerza de izquierdas radicalmente transformadora que entendemos que es el que necesitan Álava y Gasteiz.
¿A qué responde y en qué va a consistir la búsqueda de ese discurso diferente, específico, que propugna Aralar para Álava?
Aralar tiene una línea política común, como todas las fuerzas. Pero históricamente se ha cometido en Euskadi el error de obligar a Álava a seguir la rueda de las tendencias políticas marcadas desde otros núcleos de mayor incidencia política como puede ser Bilbao. Y entendemos que Álava tiene su realidad específica, en la que los partidos de obediencia española tienen una mayor presencia electoral, y la respuesta de Aralar, como fuerza de izquierda abertzale, debe estar en consonancia con esto. Además, la representación de los eskualdes es muy desfavorable respecto a la de Vitoria por la división absolutamente injusta que se da de la distribución de junteros. Tierras Esparsas tiene 6 y Ayala 8, mientras los 38 restantes corresponden a la capital. Y esa distribución condiciona e impulsa un modelo de desarrollo de la provincia que Aralar no comparte. Además tenemos el eterno problema no resuelto de Trebiño, y creemos que más allá de las comisiones que periódicamente se montan al respecto, se deben dar respuestas valientes como puede ser la integración efectiva en los órganos de representación alaveses de aquellos treviñeses que quieran participar de la política de la provincia. Pero para eso tiene que haber unos compromisos de los políticos de esta provincia.
¿Cómo valora el papel que ha jugado este año Aralar en la Diputación foral y la experiencia que ha vivido?
Hay que recordar que un PNV en minoría consiguió llegar al gobierno por el compromiso de Aralar, que lo hizo posible con su abstención. Desde un origen cumplimos con nuestro compromiso, pero dada la situación sociopolítica diferente del territorio, vimos que la inclinación del PNV fue por otros lares, como cuando acordó de forma unilateral y sin consulta con Aralar los presupuestos municipales, instaló una política fiscal regresiva,... Aralar cumplió, pero en cuanto vio que eso no era recíproco, la paciencia de Aralar tuvo un límite y salió del gobierno al comprobar que su presencia no era determinante ante un pacto de gobierno de facto entre PSE y PNV.
¿Podrían volver a entrar en equipos de gobierno con el PNV?
Dada la especificidad de este territorio, Aralar puede llegar a acuerdos con fuerzas como el PNV sobre aspectos identitarios. Pero no vamos a cometer los mismos errores, sobre todo en cuanto a política social. Por eso, un pacto así no será posible si no alcanzamos compromisos firmes y acuerdos serios, y eso hace que el acuerdo sea muy difícil a día de hoy con un PNV que lleva una línea económica, social, política y fiscal muy diferente de la nuestra.
Pero entonces, ¿cómo se hace frente a la entente PP-PSE, que es uno de sus principales objetivos?
Tenemos una serie de compromisos con PNV y EA que no implican la participación de esta formación en un gobierno foral. Defendemos desde el exterior determinadas líneas políticas, y seguiremos haciéndolo si es necesario evitar que llegue al gobierno una fuerza de ultraderecha como entendemos que es el PP.
En su presentación habló de hacer todo lo posible por debilitar esta opción y los efectos que tiene su gobierno. ¿Tan mal lo ve? ¿No podría sacar algo positivo de lo que viene suponiendo la puesta en marcha de esas "bases por el cambio"?
Sí. Que ya queda menos (ríe). No, pero lo cierto es que el Gobierno Vasco está obsesionado por cuestiones identitarias y por reflejar la identidad nacional española en el país. Además sigue improvisando y copiando de mala manera lo que dicta Madrid. Y sinceramente, no creo que ninguno haya aportado nada nuevo, además de que están haciéndose con una imagen de centralidad muy peligrosa. Parece que López está amortizado para el PP y da la sensación de que es un gobierno agotado, sin ideas, que gestiona las rentas anteriores.