Vitoria. Ni el ritmo, ni la fórmula que está utilizando la izquierda abertzale oficial para reclamar a ETA el fin de la violencia, terminan de convencer al resto de agentes políticos. Aunque la mayoría de formaciones vascas aprecia "tímidos" avances en la última declaración de Pamplona, consideran, sin embargo, que los pasos que está dando Batasuna no se "ajustan" al ritmo ni a la voluntad de "la inmensa mayoría" de la sociedad vasca, que reclama un desmarque claro y urgente de la violencia de ETA. Tanto desde el Gobierno Vasco, liderado por el PSE-EE, como desde el PNV volvieron a considerar ayer insuficiente el último paso dado por la izquierda abertzale y le emplazaron a dar, "ellos solos" y "sin utilizar a un tercero como excusa" -en alusión a los firmantes de la Declaración de Bruselas-, el "paso definitivo" para exigir a ETA su final y ejercer la política por vías exclusivamente pacíficas.
En términos generales, las reacciones que ha cosechado la última declaración de la izquierda abertzale, respaldada en Pamplona por más de 170 miembros, entre ellos históricos ex dirigentes de Batasuna, apenas difieren de la insatisfactoria respuesta que recibió la Declaración de Altsasu (14 de noviembre de 2009) por parte de todos los partidos vascos, a excepción de EA, cuyo secretario general, Pello Urizar, reiteró ayer su confianza en la izquierda abertzale.
cuestión de ritmos "Poco a poco, se está aclarando la situación y espero que vaya aclarándose todavía más, dejando las apuestas claras, porque entendemos que todavía hay algunos agentes que están pendientes de hacer su posicionamiento público de la situación", señaló Urizar sin dar más detalles sobre los citados agentes.
El problema para el jeltzale Joseba Egibar es, precisamente, el "poco a poco" al que aludía el dirigente de EA. El presidente del Gipuzko Buru Batzar (GBB) del PNV dio la bienvenida a todos los pasos encaminados a desarrollar los proyectos políticos de cada uno por vías "políticas, democráticas y pacíficas", pero no dudó en criticar a la izquierda abertzale por atribuirse el derecho de marcar los tiempos a la sociedad vasca. "Este pueblo tiene otro ritmo", remarcó. Egibar dijo "respetar" los tiempos que necesita la izquierda abertzale, pero subrayó que "lo que no puede pretender una formación política o una agrupación de sensibilidades del espectro que sea en este país; lo que no puede pensar es que el pueblo puede esperar o, que en todo caso, el pueblo tiene que ajustarse a los ritmos que uno tiene con todas sus carencias. No. La ecuación es diferente. El respeto se le debe al pueblo y no al revés", enfatizó el dirigente guipuzcoano. Por su parte, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, que asistió ayer en Bilbao al acto convocado por los directivos absueltos del caso Egunkaria, abundó en la idea de que es la propia izquierda abertzale la que tiene que dar "sola" los pasos "suficientes". "Son ellos quienes tienen que asumir su mayoría de edad", indicó, para insistir en que, "en esta ocasión, saben que lo tienen que hacer ellos solos". Solos o acompañados, el PP y el PSE siguen sin ver cambios en el último documento de la izquierda abertzale. Y si ven algún avance, como reconocieron ayer desde las filas socialistas, es por "mera estrategia política" pero no por "convencimiento moral", sostuvo el portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, quien dijo que la declaración de Pamplona "no es, ni mucho menos, lo que esperábamos oír" de la izquierda abertzale. "Esperábamos oír que rechazan definitivamente la violencia y que se apartan de ETA y todavía no son capaces de hacerlo".
Más allá de la intencionalidad, la portavoz del Gobierno Vasco, la también socialista Idoia Mendia, reprochó a la izquierda abertzale su falta de valentía por "utilizar a un tercero como excusa", en alusión a los firmantes de la Declaración de Bruselas, para emplazar directamente a ETA a que declare un alto el fuego, en lugar de "atreverse ellos solos" a pedir a la organización que deje la violencia, "si realmente es lo que este mundo político está diciendo en el fondo", apostilló. Por su parte, el PP no varió ni un milímetro su discurso y su portavoz en el Parlamento Vasco, Leopoldo Barreda, sostuvo que "no hay ni palabras, ni hechos, ni distancias respecto a ETA, sino, una vez más, simulación" con el objetivo de poder presentarse a las elecciones del próximo año. En este sentido, el PP insistió en la necesidad de dotar de instrumentos al Estado para "actuar antes y después de las elecciones y no solamente en el momento de los procesos electorales". En esta línea, el portavoz vasco de UPyD, Gorka Maneiro, remarcó que la izquierda abertzale "debe hablar claro y condenar sin excusas a ETA", puesto que ya "no valen treguas ni mediadores internacionales, sino la desaparición definitiva" de la organización armada, concluyó.
Desde las filas nacionalistas, Hamaikabat también se pronunció ayer al respecto y tras considerar "insuficiente" la declaración, afirmó que "la timidez y lentitud de los movimientos" de este colectivo respecto a ETA "genera entre los ciudadanos impaciencia y hastío". Por último, EB valoró este "nuevo paso" de la izquierda abertzale y confío en que ETA responda de forma "positiva".