seúl. Corea del Sur sacó ayer a flote la proa de su buque de guerra hundido en circunstancias sin esclarecer en aguas del Mar Amarillo, pese a que esta segunda mitad recuperada refuerza la teoría de que fue una explosión externa la causante del accidente.

La gran grúa flotante, de 2.200 toneladas, encargada de las labores de rescate, elevó la mitad restante del barco, tras recuperar la popa la semana pasada, y permitió el hallazgo del cadáver de uno de los desaparecidos, según informó la agencia local Yonhap.

El Cheonan, de 1.200 toneladas y con 104 marinos a bordo, se hundió el 26 de marzo en el Mar Amarillo (Mar Occidental), cerca de la disputada frontera marítima norcoreana, por lo que no se descarta la implicación del Ejército de Corea del Norte en el accidente.

Hasta el momento, se ha certificado la muerte de 40 tripulantes, mientras que los cuerpos de otros seis aún no han sido recuperados, lo que convierte este naufragio en una de las peores tragedias marítimas ocurridas en Corea del Sur. Corea del Norte rechazó toda responsabilidad por el naufragio. De los 104 tripulantes, 58 fueron rescatados antes del hundimiento, dos cadáveres fueron hallados en el mar antes de la operación de rescate, mientras que 37 cuerpos fueron encontrados en la popa.

Según las primeras observaciones de la mitad de proa, se puede determinar que la parte inferior del casco sufrió daños, mientras que se puede observar que los daños indican que el navío fue golpeado por una explosión externa, según informaron a Yonhap fuentes militares surcoreanas.

Las autoridades de Seúl no descartan la implicación de Corea del Norte en el suceso, teniendo en cuenta que la explosión provino del exterior y que la zona en la que se produjo es reclamada por Pyongyang como parte de sus aguas territoriales.

A partir de ahora, las dos partes del navío de guerra surcoreano serán trasladadas a una base naval situada a unos 70 kilómetros al sur de Seúl para proceder a una investigación más profunda de los restos del barco que contará con la cooperación de expertos estadounidenses y australianos.