BILBAO. El juez Fernando Grande-Marlaska mantiene la acusación de pertenencia a ETA contra David Plá Martín, a pesar de que la juez Laurence Le Vert lo puso ayer en libertad. Según el juez de la Audiencia Nacional, Plá fue controlado cuando asistía a una cita con dos dirigentes del "aparato político" de ETA que le dieron cartas y material para repartir entre los abogados afines a la organización armada.
El auto dictado anoche por el titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional mantiene las acusaciones contra David Plá, a pesar de que horas antes había quedado en libertad y pudo regresar a su domicilio en Hendaya.
El magistrado español relata en su escrito que el 17 de mayo de 2008, David Plá, alias "Mintxo", acudió a una "cita orgánica" con los miembros del "aparato político" de ETA Jon Salaberría e Igor Suberbiola, cita que se celebró a mediodía junto al ayuntamiento de la localidad de Mimizan. Se trataba, según el juez, de una "cita orgánica" de las que habitualmente mantienen los dirigentes de la banca con sus colaboradores 'legales'. Dada la personalidad de los dos dirigentes que acudieron, Salaberria y Suberbiola, se infiera que era una cita relacionada con el aparato político de la banda.
Apenas veinticuatro horas después de la cita de Mimizan, David Plá acudió a un nuevo encuentro, en esa ocasión con el abogado Jon Enparantza Aguirre, que fue encarcelado anoche.
Tres días más tarde, el 20 de mayo, la policía francesa, en una operación desarrollada con la Guardia Civil, detuvo en Burdeos a los jefes del "aparato político", Javier López Peña, alias "Thierry", Ainhoa Ozaeta, Salaberría y Suberbiola. El magistrado Grande-Marlaska explica que la documentación intervenida a los dirigentes del "aparato político" ha sido desencriptada por la policía y gracias a ella se ha conocido el contenido de los encuentros mantenidos por David Plá los días 17 y 18 de mayo de 2008.
Jon Salaberria, según indica el juez, le entregó a Plá en soporte informático un conjunto de comunicaciones. Dos de esas comunicaciones eran para el propio "Mintxo": en la primera se le informaba del reparto que tenía que hacer del resto de los mensajes y se le fijaba una nueva cita para acudir a una reunión de varios días con miembros de ETA a principios del mes de julio siguiente. Además, se le proponía el nombre de una persona para que le ayudara en las tareas que tenía que realizar en el seno de ETA. El segundo mensaje que recibió era una carta de captación dirigida a Juan María Jauregi Zalacain, que anoche fue puesto en libertad bajo fianza.
El resto de los documentos recibidos tenían que ser entregados a Jon Enparantza, alias "Mik Mik", en la cita del día 18 de mayo. El abogado, a su vez, tenía que encargarse de repartirlos entre Julen Celarain Errasti, alias "Ilazki", y los también letrados Arantza Zulueta, alias "Marxel", Iñaki Goyoaga, alias "Dioni". Estas tres personas, a su vez, tenían que repartir algunas de las notas recibidas a otros destinatarios diferentes. Afirma el juez que esta cadena constituía "una de las formas habituales de comunicación entre las estructuras clandestinas de ETA y sus colaboradores".
Todo ello lleva al magistrado a sostener que David Plá, "Mintxo", realiza labores de correo entre Halboka, la estructura de ETA encargada del control de los presos, y "un colaborador 'legal' de ETA en España" que sería el abogado Jon Enparantza. El juez, además, insinúa la posibilidad de que "Mintxo" tuviera otro tipo de "actividad orgánica" en la banda terrorista.
Los mensajes enviados por ETA a través de esa cadena a la abogada Arantza Zulueta, según el auto del juez, contenían "cartas orgánicas" dirigidas a tres miembros huidos del "comando Urederra", así como para otras cinco personas más. Una de ellas era el abogado Joseba Agudo, "Pagoa", actualmente en prisión, al que se le enviaron indicaciones relacionadas con la gestión y cobro de la extorsión a empresarios.