Sudán celebró ayer y hoy sus primeras elecciones multipartidistas en casi un cuarto de siglo con su actual dirigente, el presunto criminal de guerra Omar al Bashir, como favorito tras el boicot convocado por los principales grupos de oposición y ante el escepticismo de la comunidad internacional sobre la integridad de los comicios. Más de 250.000 observadores que supervisarán su desarrollo. Junto al presidente se eligen en estos comicios a 450 diputados de la Asamblea Nacional y los gobernadores y diputados de los órganos municipales de Gobierno de los 25 estados del país.