Coches de lujo, estancias en hoteles, viajes, más de tres millones de euros en comisiones, trajes... Ésta era la forma que Francisco Correa tenía de pagar los favores de los cargos populares implicados en la trama de corrupción, según el auto de Garzón. Sólo contando las dádivas a los implicados en Madrid, Correa se dejó más de tres millones de euros sin contar coches, televisiones y demás.