vitoria. El secretario general del PSE en Álava, Txarli Prieto, rehusó ayer recoger el guante tendido tan sólo dos días antes por Antonio Basagoiti para aclarar cuál será el futuro de las relaciones entre ambos partidos en las negociaciones postelectorales.

El presidente del PP vasco daba por hecho el sábado que la sintonía de la que ambos partidos disfrutan en el Parlamento Vasco se ampliará a las diputaciones forales, un ámbito en el que los populares tienen depositadas gran parte de sus esperanzas con el fin de recuperar el control de la institución foral alavesa que de la mano de Ramón Rabanera y gracias al apoyo de los socialistas gobernaron durante dos legislaturas consecutivas. Basagoiti abría el abanico a la hora de hablar del futuro de los consistorios y se reservaba el derecho a pactar con cualquiera de las demás formaciones que obtengan representación municipal.

Prieto, por su parte, defendió que la política de pactos después de unas elecciones está "totalmente ligada a los resultados" que obtengan los partidos. Bajo esta premisa, avanzó que el escenario de alianzas tras la cita con la urnas será "complicado" y se necesitará "poner todo un mapa encima de la mesa" para analizar la situación, sobre todo, en los ayuntamientos más importantes de Euskadi.

Hasta entonces, el secretario general de los socialistas vascos opta por esperar y no superar la firme barrera de cautela establecida por su partido a la hora de hablar de futuras alianzas. "No tengo mi disposición política en torno a los pactos determinada ni definida", argumentó Prieto, quien reiteró que le gustaría esperar hasta que los ciudadanos acudan a las urnas.