VITORIA. Iñaki Oyarzábal responde a la entrevista en el despacho del PP en el Parlamento Vasco durante una sesión plenaria, cuyas votaciones atiende disciplinariamente. Considera exagerado hablar de precampaña en el momento actual y defiende el estilo del presidente de su partido, Antonio Basagoiti, a la hora de hacer política.

Su partido se arroga el papel de garante del "cambio" en Euskadi, que dice asumir con "responsabilidad". ¿Cree más el PP en dicho "cambio" que el PSE?

(Risas). Desde luego, creemos que hay muchas cosas que cambiar. Lo que a veces nos preocupa es que el PSE no se atreva a cambiarlas. Pero también hablamos de un cambio tranquilo, estamos haciendo un esfuerzo real por entendernos con el de enfrente y por tratar de buscar puntos de encuentro con el nacionalismo. Es verdad que muchas de las cosas que se hicieron en el pasado se hicieron bien. No hace falta cambiarlo todo, pero hay algunas políticas que se pueden mejorar.

¿Está de acuerdo con la opinión de que el Gobierno Vasco está muy centrado en la imagen?

Los socialistas siempre han sido así, ¿no? Muy centrados en la imagen. Pensamos que están trabajando y haciendo cosas, ése no es el problema de este Gobierno. Tratan de afrontar los problemas de una manera bastante positiva y, además, con bastante naturalidad. Yo tengo, de verdad, mucha confianza en Patxi López y en la manera que tiene de afrontar los problemas.

Las reuniones entre el lehendakari Patxi López y el presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, ¿pueden restar protagonismo al PP?

En absoluto. Es bueno para el país que se vean y que tengan una relación fluida. Lo que ha sorprendido es la falta de feeling y de entendimiento entre ambos. Nosotros estamos muy seguros del acuerdo que tenemos con los socialistas, mantenemos reuniones con ellos de forma muy periódica y lo lógico es que también se reúnan con los demás.

Antonio Basagoiti dijo que la próxima fotografía será la de un lehendakari del PP recibiendo a los líderes del PNV y el PSE. ¿Dio muestras de su bilbainismo a ultranza?

Es muy bilbaíno, sí (risas). La verdad es que esa foto también le gustaría a mucha gente y nunca se sabe en este país. Basagoiti está demostrando en año y medio que habla muy claro y está consiguiendo la adhesión de muchísimos vascos que no le votaron en su momento y que ahora, cuando le escuchan, concita esa empatía.

El PP y el PSE, ¿reeditarán su pacto tras las elecciones municipales y forales de 2011?

Queda mucho tiempo y queremos ir a esas elecciones con las manos libres para, al día siguiente, poder conformar la mayoría que sea más eficaz en cada ayuntamiento. Estamos trabajando por construir un proyecto en cada una de las capitales, en los principales ayuntamientos y en los Territorios Históricos capaz de incorporar a personas de otras sensibilidades, desencantadas con el rumbo del PNV o con la política de Zapatero. Eso no quita para que el acuerdo que tenemos con los socialistas esté basado en la confianza y que pensemos que tiene que tener continuidad en el tiempo para dar estabilidad al país.

¿Han puesto como condición al PSE para mantener su pacto que la izquierda abertzale oficial no concurra a las municipales?

No lo hemos fijado como una condición, pero está claro que la antigua Batasuna, en tanto en cuanto los jueces han dicho que formaba parte del entramado terrorista, no se puede volver a presentar. Que haya personas que desde la izquierda abertzale, defendiendo posiciones independentistas, quieran presentarse respetando el marco democrático y nuestras instituciones, claro que lo podrán hacer, pero no marcas que traten de esconder estrategias de la banda terrorista. Eso es inadmisible y vamos a exigir que quien tenga la competencia actúe.

De suceder así, esa sensibilidad se quedará sin representación en las instituciones.

Estamos convencidos de que si conseguimos que ETA no vuelva a estar en los ayuntamientos, que no controle presupuestos municipales y que no reciba dinero público, estaremos mucho más cerca de acabar con la violencia.

Se especula con la posibilidad de que EA pueda ceder sus listas a miembros de la izquierda radical si se desmarcan de ETA. ¿Qué le parece esta hipótesis?

Yo tengo el máximo respeto por un partido como EA y por sus dirigentes. Lo que esperamos es que no se dejen engañar por los cantos de sirena que puedan venir de ese mundo, muchas veces con el ánimo de engañar. Pero estoy convencido de que no va a haber problemas. En EA hay mucha gente que también estuvo amenazada en algunos municipios y me niego a creer que vayan a prestarse a ese cambalache.

¿Qué valoración le merece el proceso de reflexión en el que está sumida la ilegalizada Batasuna?

La verdad, no creemos que haya novedades sustanciales que provoquen ningún análisis. Cuando ese entorno lo está pasando mal, busca balones de oxígeno tratando de engañar y confundir a la opinión pública y de generar un debate que les devuelva el protagonismo. No hay nada de cierto en esos movimientos, sólo tratan de engañarnos otra vez para poder presentarse a las elecciones de 2011. Ya lo han hecho varias veces, pero la gente no es tonta y no se va a dejar engañar.

¿Comparte las palabras de Antonio Basagoiti cuando aseguró que "ojalá los presos lleguen hasta el final en su huelga de hambre"?

Hombre, yo comparto el fondo de lo que quiere decir. Antonio tiene muchas veces una manera muy gráfica de expresarse, pero creo que todo el mundo entiende lo que quería decir, y es que la gente está hasta el gorro de las maniobras mediáticas de algunos presos de ETA.

¿Y respecto a las voces que opinaron que la última operación de la Ertzaintza contra ETA fue fruto del pacto PSE-PP?

Estoy convencido de que, efectivamente, esa operación tiene que ver con que ahora hay un gobierno que ha puesto a la Ertzaintza en primera línea del combate contra ETA.

Está dando a entender que la Er-tzaintza no ponía el mismo empeño en el pasado.

Antes seguramente se trabajaba, pero no con la intensidad suficiente. Y no por parte de la Ertzaintza, sino al revés, lo que había en la Ertzaintza era inquietud porque no tenían esa directriz desde el Gobierno. Hemos visto en los últimos años un Gobierno de Ibarretxe que siempre ha puesto dificultades para que se tomasen medidas eficaces contra ETA. Seguramente con la mejor voluntad del mundo, pero está claro que el PNV durante treinta años no ha combatido a ETA de una manera eficaz.