vitoria. El presidente del PP de Álava aportó ayer su granito de arena a la calculada estrategia por la que los populares tratan de marcar su terreno propio respecto a sus socios en el Parlamento Vasco, el PSE. Especialmente de cara a las próximas elecciones municipales y forales, especialmente, de cara a la Diputación Foral de Álava.
Preguntado por el estado de las relaciones entre su partido y el PSE en este territorio, Alonso no se contuvo y aseguró con contundencia que el acuerdo tácito entre socialistas y jeltzales que ha permitido gobernar a Xabier Agirre desde el sillón foral, y a Patxi Lazcoz en el del Ayuntamiento de Vitoria "ha fracasado" y "no ha dado sus frutos".
reparto de poder Y es que, para Alonso, este acuerdo es muy diferente del que el PP mantiene con el PSE para gobernar las principales instituciones del país porque éste no está pensado como "un reparto de poder" sino en la convicción de hacer posible "un cambio político que garantice la convivencia y la libertad en Euskadi".
"El pacto PSE-PNV de Álava", sin embargo, es para el dirigente popular única y exclusivamente "un pacto de poltronas y eso es lo que ha fracasado", afirmó ayer.
En consecuencia con esta actitud crítica, y sumándose a esta extraña precampaña que ha echado a correr a falta de un año para la cita con las urnas, aseguró que el objetivo del PP será "construir una alternativa que sea suficientemente amplia, que tenga una base social y que esté abierta al diálogo para cambiar esta situación".
Pero Alonso no limitó sus ataques al PSE, sino que también los tuvo para el PNV, al que acusó directamente de ser "el tonto útil" que el Gobierno de España ha utilizado para sacar adelante su política económica. Por eso, hizo responsables a los jeltzales de la actual situación "de crisis, de desempleo y de incertidumbre" y afirmó que sus portavoces "no están autorizados ni legitimados" para hacer ninguna crítica contra una política económica de la que ellos han sido "sostén y apoyo".