vitoria. Fue miembro de la Ejecutiva alavesa del PP y parlamentario vasco hasta la anterior legislatura. La estrella política de Santiago Abascal, de 33 años, ex concejal en Llodio y hasta ahora presidente de la Asociación para la Defensa de la Nación Española (DANAES), en el PP vasco se apagó al mismo ritmo que se desencadenó la crisis derivada de la marcha de María San Gil. Encuadrado sin lugar a dudas en ese sector del partido, el cambio de rumbo imprimido por Antonio Basagoiti le apartó de la primera fila. Pero su nombre resurge ahora porque ha sido el elegido por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, para dirigir la Agencia de Protección de Datos.

Así lo decidió ayer la comisión de la Agencia, con el voto contrario de los representantes de CCOO, IU y PSOE, al entender que Abascal no cumple con los requisitos de independencia que impone la ley que rige este organismo público, debido a su militancia en el PP. Por ello, previsiblemente los socialistas recurrirán su nombramiento -que todavía no es oficial, a la espera de la ratificación de Aguirre- vía contencioso-administrativo.

crítico con rajoy La elección de Abascal, un hombre fiel a las tesis de María San Gil y, por tanto, crítico con la dirección de Mariano Rajoy al frente del PP, se ha entendido -más allá de la filiación política de Abascal y la quiebra de la "independencia" requerida para el cargo al frente de la Agencia de Protección de Datos- como un nuevo desaire al presidente de los populares por parte de Esperanza Aguirre, quien no es la primera vez que hace guiños más o menos ostentosos a miembros del partido significados por su posición crítica con Rajoy, caso de Antonio Ortega Lara o Manuel Pizarro.

Recientemente, Abascal -que tras dejar la Cámara vasca ha multiplicado su actividad en Madrid- pedía en una conferencia a su partido que "clarifique" su proyecto político y su liderazgo para conseguir ser una alternativa "clara" de poder ante el "Frankestein" que actualmente conforman a su juicio "todas las instituciones"; a su juicio, la actual Ejecutiva del PP, liderada por Rajoy, da la sensación de que no ofrece una "alternativa clara" y de que "sólo quiere el poder" para gobernar una España que en estos momentos "es ingobernable".