Irán ejecutará a las nueve personas que han sido condenadas a muerte por su supuesta participación en las protestas surgidas tras la reelección del presidente, Mahmud Ahmadineyad, en junio pasado y que sacuden el país desde entonces. El primer adjunto a la jefatura del Poder Judicial, Seyyed Ebrahim Raïssi, dijo que "todos ellos han sido acusados de participar en las protestas".