La prueba de un misil de defensa de Estados Unidos fracasó el pasado fin de semana debido a problemas en un radar. El proyectil, un misil-objetivo, fue lanzado desde una base del Ejército en las islas Marshall, el pasado domingo por la noche. Poco después fue disparado otro misil desde una base de la Fuerza Aérea en California, con la idea de interceptarlo y destruirlo. El vuelo de ambos misiles se realizó sin problemas, pero su encuentro no se produjo.