Vitoria. A la cuarta fue a la vencida. El Congreso de los Diputados aprobó ayer el blindaje del Concierto Económico vasco que tanto ha dado que hablar en los últimos meses, lo que significa que las normas fiscales emitidas por las juntas generales forales de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa no podrán ser recurridas más que ante el Tribunal Constitucional, como ocurre con las leyes que emiten los parlamentos autonómicos o el Congreso.
A falta de que el Senado refrende esta decisión -en la segunda parte de febrero-, el de ayer constituye un importante paso en el anclaje de la autonomía fiscal vasca dentro del entramado legal español, como ayer coincidían en aplaudir exultantes los representantes de los grupos promotores de esta iniciativa, el PNV y el PSOE. "Es un hito histórico que dará una estabilidad vital en tiempos de crisis", aseguró el diputado jeltzale Aitor Esteban. "Hoy es un día importante para la consolidación de la autonomía vasca(...) porque por fin se ajusta la foralidad a la Constitución del 78", añadió el socialista Txiki Benegas.
Sin embargo, tampoco esta vez se pudo lograr el apoyo conjunto de esta iniciativa y, a pesar de que el PP vasco la aprobó en Vitoria y su presidente, Antonio Basagoiti, se enfrentó a su partido para intentar forzar a Mariano Rajoy a no oponerse al texto aprobado ayer, al final la decisión del PP fue votar no, y la de los diputados vascos de esta formación, seguir la disciplina de partido y rechazar lo que avalaron en Vitoria.
"el arte de tragar sapos" También la diputada de UPyD votó en contra de un proyecto que no se cansó en descalificar como "extravagante", "anacrónico" y logrado sólo por la decisión del PSOE de "canjear la dignidad de los ciudadanos españoles por los seis votos del PNV" en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Pero su postura era de esperar, sobre todo porque su representante en el Parlamento Vasco, Gorka Maneiro, ya había votado en contra en Vitoria.
Sin embargo, el PP, y en especial los populares vascos, se convirtieron en los grandes protagonistas del disenso vivido ayer. El diputado y dirigente del PP Arturo García Tizón fue el encargado de justificar el no que después iba a elegir su formación, y para hacerlo, vinculó la coincidencia de la llegada de esta iniciativa a la Cámara baja con la negociación de los Presupuestos, y con la tajada que de ello habría sacado el PNV comprometiendo el apoyo socialista, aunque también esgrimió razones técnicas para concluir que "el camino elegido es equivocado".
Sentadas las bases del no, el resto de dirigentes populares siguieron la misma línea, subrayando especialmente el "cambalache y el trapicheo" entre jeltzales y socialistas en el que, por ejemplo, Leopoldo Barreda trató de encontrar la explicación al rechazo del PP al blindaje.
Pero, sin duda, el más claro en explicar qué había pasado fue el presidente del PP de Álava, Alfonso Alonso, quien no dudó en reconocer que había votado en contra de la proposición de ley del Parlamento Vasco que ellos mismos habían apoyado porque la política también es "el arte de tragar sapos", y ayer tocaba anteponer "la lealtad al Grupo Popular y la disciplina" al apoyo a un texto con el que estaban de acuerdo; una actitud que, pese a sus esfuerzos, fue cuestionada por Benegas y Esteban, que la calificó de "imperdonable".
Mientras, el resto de grupos aplaudía la iniciativa como "adecuada" y "coherente", e incluso algunos como Coalición Canaria mostraban su "envidia" ante el marco vasco.
la amenaza del recurso Pero siendo importante la decisión adoptada ayer, no es ni mucho menos la última estación del viaje que aún podría recorrer el blindaje de las normas fiscales de las tres juntas generales. A falta de la ya citada - y más que probable- aprobación del Senado, la duda ahora es saber si el texto será recurrido antes de llegar a ser ley.
Tal y como adelantó DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, el PP vasco arrancó a Rajoy el compromiso de no recurrir lo aprobado ayer ante el Constitucional, y eso hacía ayer al ex alcalde de Vitoria "satisfecho" y tranquilo a pesar del sapo tragado.
Sin embargo, al ser preguntado sobre si la dirección de su partido también ha garantizado que comunidades gobernadas por el PP y beligerantes con el blindaje como La Rioja no recurrirán ante el Constitucional, Alonso dijo que él lo que tenía era una "garantía" de que el grupo parlamentario no interpondría recurso, lo que hizo pensar a miembros del PNV como Esteban o el propio presidente jeltzale Iñigo Urkullu que esta garantía es una "farsa" que luego romperá algún presidente autonómico "fingidamente díscolo".
En este sentido, Barreda confesó claramente que, pese a la garantía del PP nacional, "cada comunidad está facultada a tomar su decisión", por lo que su actuación final está en estado de ya "veremos".