madrid. El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que "todo el Gobierno" está haciendo gestiones para solucionar la situación de la activista saharaui Aminetou Haidar, descartó implicar al Rey Juan Carlos y abogó por mantener las buenas relaciones con Marruecos.

"A veces, como es normal, surgen dificultades, pero debe prevalecer lo que es un interés general" para el país, mantener buenas relaciones con los países vecinos, subrayó Zapatero a su llegada al Congreso para asistir a los actos conmemorativos del 31 aniversario de la Constitución.

Por su parte, el líder de la oposición, Mariano Rajoy, pidió al Gobierno que continúe las gestiones diplomáticas con Marruecos para solucionar el caso de Haidar, ya que "da la sensación de que ha arrojado la toalla" y eso "no se puede hacer de ninguna manera".

El presidente de los populares exigió que la instituciones públicas tengan como prioridad la defensa de la vida de Haidar, quien ha retomado la huelga de hambre y su salud empieza a estar en riesgo.

Acto seguido pidió la defensa de una segunda prioridad: que el Gobierno siga las gestiones diplomáticas, porque "da la sensación de que ha arrojado la toalla", y eso, a su juicio, "no se puede hacer de ninguna manera". "La batalla diplomática hay que hacerla", apostilló.

A pesar de las declaraciones de Zapatero, el diputado de IU, Gaspar Llamazares, volvió a insistir en la implicación del Rey Juan Carlos para que haga gestiones "al máximo nivel" con el monarca alauí, Mohamed VI, a fin de conseguir el retorno a Marruecos de la activista saharaui Aminetou Haidar.

El parlamentario de IU explicó que ha solicitado al presidente que haga "nuevas gestiones" ante Marruecos, incluso con la participación del jefe del Estado, puesto que "las que se han hecho hasta ahora han sido insuficientes".

plan diabólico El secretario general del Partido Autenticidad y Modernidad de Marruecos, Mohamed Cheikh Biadilá, dijo que la huelga de hambre que está llevando a cabo Haidar forma parte de un plan "diabólico" lanzado por Argelia para "socavar la unidad y la territorialidad de Marruecos".

"Esta peligrosa estrategia tiene por objetivo atentar contra la unidad del país y bloquear el camino de la iniciativa marroquí para la autonomía en el Sáhara ", señaló Biadilá.