vitoria. El anuncio del previsible retraso en la transferencia de las políticas activas de empleo ha sentado como un jarro de agua fría al lehendakari, quien anunció en reiteradas ocasiones que esta competencia, presente entre las materias pendientes del Estatuto de Gernika, pasaría a manos del Gobierno Vasco el próximo 1 de enero.
La satisfacción indisimulada que hace tan sólo dos meses y medio presidió la intervención de Patxi López en la escenificación del acuerdo junto al vicepresidente del Ejecutivo español, Manuel Chaves, se tornó ayer en una defensa airada de la citada transferencia y en un mensaje nítido sobre el esfuerzo que hará el Gabinete autonómico para intentar que el contenido de la competencia prevalezca sobre el calendario.
En su reaparición pública tras una semana de convalecencia, López se confesó "perjudicado" como representante de la ciudadanía vasca por el retraso en la transferencia que contempla el acuerdo alcanzado entre PSOE y PNV en el seno de la negociación de los Presupuestos Generales del Estado. Rehusó pronunciarse sobre cuándo había tenido conocimiento de esta cláusula avalada por Zapatero hace más de un mes y, en lugar de contestar a esta pregunta, negó que después de tener conocimiento de la misma se haya puesto en contacto con el presidente del Gobierno u otro miembro de su gabinete, y optó por reiterar su férrea defensa para que esta competencia "irrenunciable" llegue a Euskadi, priorizando ahora "el contenido" frente al "calendario".
Bajo estos argumentos, advirtió de que si el Ejecutivo español o la formación jeltzale "entorpecen" o "impiden" la culminación de la transferencia, "tendrán enfrente" al Gobierno Vasco. Pero junto a este mensaje común a ambos destinatarios, López dotó de matices específicos las palabras dirigidas al PNV, una formación que en su opinión "es evidente que ha estado trabajando para impedir que Euskadi tenga esta transferencia".
En este marco estratégico engloba el inquilino de Ajuria Enea las demandas jeltzales para conocer en todo momento el estado que atravesaba la transferencia en cuestión, información que, a su juicio, el PNV exigió a los socialistas como parte de su "voluntad de condicionar" el traspaso.
Los datos comunicados incorporaban, según admitió el lehendakari, las "dificultades técnicas y de contenido" con la que se han encontrado ambas administraciones para culminar un proceso que hoy mismo volverá a reunir a las respectivas delegaciones gubernamentales. Pero pese al operativo de "más de cien personas" y los 67 programas concretos que contempla esta iniciativa, la ausencia de fecha para que se reúna la Comisión mixta de Transferencias, donde se completaría el traspaso competencial, da muestras de la demora respecto a las previsiones explicitadas por el jefe del Ejecutivo autonómico.
Entre los pasos pendientes destacóel modelo futuro del nuevo servicio de empleo vasco, Lanbide, una tarea para la que López demandó consenso político, "empezando por el PP y el PNV".
Las inmediatas reacciones a la airada intervención del lehendakari tras el Consejo de Gobierno semanal estuvieron precedidas por el compañero de partido de López y portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, quien quiso quitar hierro al perjuicio de la demora denunciaba por López.
Sin hablar de fechas, Alonso confió en que el traspaso "sea lo antes posible si satisface a todos" y se mostró convencido de que los Gobiernos central y autonómico llegarán a un consenso sobre las transferencias en esta materia y que lo harán "sin devaluar" las competencias.
Pero de forma paralela a este aparente mensaje conciliador, el dirigente socialista, en clara contradicción con las sospechas sobre la estrategia del PNV que asolana López, aclaró que la formación jeltzale se limitó a pedir garantías de estar informado del proceso de negociación para transferir las políticas de empleo, demanda a que Alonso en calidad de negociador de los Presupuestos accedió, pero dio a entender que ello no guarda relación con las negociaciones que deben llevar a cabo los Gobiernos central y vasco para ese traspaso.
el lehendakari "miente" Menos contemplativo se mostró el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, tras escuchar las palabras del lehendakari. Acusó a López de mentir y aseguró que éste "sabía por qué y en qué términos" se estaba negociando en Madrid la transferencia.
Por ello, añadió que el secretario general del PSE se limitó a "extender una cortina de humo con el único objetivo de tapar su ineficacia" y "tratar de ocultar el nulo peso político que tiene en su partido y en Madrid, y sobre todo para disimular su falta de liderazgo en esta sociedad". Urkullu aseveró que el PNV firmaría y aplaudiría un acuerdo "hoy mismo" entre los gobiernos español y vasco para transferir la competencia de empleo de manera "completa e íntegra". Por ello, emplazó al lehendakari a que haga pública la fecha, contenido y la financiación del modelo de transferencia que quiere para Euskadi.
Desde el PP, Antonio Basagoiti observó que Zapatero, "pone en cuestión al propio lehendakari" y sus promesas. Además, abogó por que no se dé a la formación nacionalista "un papel activo en la política española".