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Eguneko autopsia

César Martín

Soy un periodista de Vitoria que lleva toda su vida profesional escribiendo y hablando sobre Vitoria y Álava, sus sociedades, instituciones y gentes. Director desde diciembre de 2024.

Plan de paz para Gaza sin los gazatíes

Donald Trump ha presentado su programa de 21 puntos para acabar con la barbarie en Oriente Medio obviando conscientemente a las víctimas del genocidio

Plan de paz para Gaza sin los gazatíesDPA vía Europa Press

En ocasiones, atender a lo que acontece en la realidad que genera el día a día puede provocar más incredulidad que certidumbre. No hace falta mucho más que atender a pies juntillas las intervenciones de grandes prohombres como Donald Trump, presidente de EEUU, adalid del Occidente cultural más puro y, al parecer, un hombre de paz, para caer en la zozobra más absoluta. Me refiero a esas ocasiones en las que lo que dice el citado induce, al menos, a esbozar una mueca de incredulidad, a fruncir el ceño en un gesto que queda a medio camino de la sonrisa burlona y el hartazgo supino o a intentar no descomponerse en un rictus rayano en el desagrado. Todo ello ocurre en ocasiones como la que ha trascendido hace unas horas en una instantánea que ya ha pasado a la historia: Trump y Netanyahu juntos tras dar salida al plan de paz norteamericano para Gaza.

No es cuestión de denigrar al magnate norteamericano por involucrarse en un presunto programa de 21 puntos para poner punto y final al genocidio que Israel está cometiendo con la población gazatí. Faltaría más. Cualquiera que aporte su granito de arena para finiquitar la cuestión debería contar con todos los parabienes. Sin embargo, leyendo la letra pequeña del plan queda clara una conclusión: se pretende negociar una solución sin contar con los palestinos a los que, según parece, se les resta cualquier poder de decisión sobre sí mismos. Eso sí, se les ofrece o continuar con el genocidio o aceptar que gestionen sus vidas quienes lo han liderado.

Algo histórico

  • Grandilocuencia. En ocasiones, es difícil interpretar a hombres como Donald Trump. Hasta el último de los analistas saben que la paz en Gaza es una cuestión harto complicada y, pese a ello, el presidente norteamericano parece creerse a sí mismo, y como de costumbre, traslada al planeta su hiperbólica manera de entender la cuestión geoestratégica. “Tenemos una oportunidad real de alcanzar la grandeza en Oriente Medio. Todos están a favor de algo especial, por primera vez en la Historia. ¡Lo conseguiremos!”, relató en su plataforma Truth Social. Que Dios le oiga (o se apiade del resto del planeta).

A la hora de cerrar estas líneas, Hamás -una de las partes interpeladas en el plan como actor principal- no había dicho ni esta boca es mía. Supongo que en sus cuarteles de otoño -estén donde estén- barajarán las salidas: Guatemala o guatepeor; o aceptar el plan, lo que significaría aceptar su derrota absoluta en el plano bélico y político, o le dan carpetazo, con lo que darían argumentos a quienes abogan por seguir la actual campaña de masacres. Lo dicho: zozobra; y absoluta.