Morir en el trabajo

Esta es, por desgracia, una de esas realidades que se repiten todos los veranos: la de quienes mueren en su puesto de trabajo por condiciones climáticas extremas. No son sólo golpes de calor, es exposición prolongada a condiciones muy pobres. Y la peor consecuencia es la muerte, pero no la única: Enfermedades que surgen, otras que se agravan…En Público nos cuentan que los sindicatos ponen el foco en el problema que supone la forma de codificar estos accidentes, que hace que se pierdan en un enredo administrativo que casi pasa por alto que esos números son personas.

37,5 horas

El debate laboral tiene muchas aristas. La reducción de la jornada sigue marcando la agenda y, por muy bonitos que nos suenen los cantos de sirena de las 37,5 horas, debemos poner todo en la balanza para que la decisión sea la mejor posible. Como apuesta de máximos es estupenda. ¿Es aplicable a todos los sectores? ¿Cuáles son las consecuencias de implantarla de forma general? Sergio Delgado apunta en El Blog Salmón a una conclusión demoledora: La productividad será un desafío enorme, porque turismo, hostelería y construcción son los que más mueven el PIB. Y ahí, no hay fórmula mágica que valga.

Trabajar para vivir, no al revés

En cualquier caso, la reducción de jornada es una medida a estudiar sosegadamente. Trabajamos para vivir, pero no puede ser que vivamos sólo para trabajar…y esto está más extendido de lo que parece. ¿A cuánta gente conoce que reconoce, con naturalidad, estar estresada por el trabajo? Muchas tareas, incapacidad de desconectar… Desde la Sociedad Española de Neurología advierten: varios estudios indican que el estrés crónico aumenta el riesgo de deterioro cognitivo leve y de padecer Alzheimer. En el caso de los pacientes que suman depresión a la ecuación, el riesgo se cuadriplica. Es como para tomárselo en serio.

 No tener quién te cuide

Un domicilio y un entorno familiar que se preocupa por uno. Ése y no otro es el mayor tesoro que puede poseer una persona. Los trabajadores sociales de los hospitales están detectando una situación cada vez más frecuente: personas de edad más o menos avanzada que tienen que alargar un ingreso en el hospital…porque no tienen dónde recuperarse ni quién les cuide. Y ahí entran en un círculo vicioso en el que hay que solicitar ayudas a la dependencia, pero estar hospitalizado limita las gestiones. El sistema es rígido y llega tarde. Fenómeno multicausal, necesidad de equipos mejor ensamblados.

 Una de romanos

Si la semana pasada nos despertamos con un circo romano en el yacimiento de Iruña-Veleia, esta semana han tocado una piscina romana y restos de una gran construcción en Arkaia, antigua Suestatium. Hilando estos descubrimientos con el inicio de los sondeos en la Basílica de Begoña de Bilbao en busca de la antigua Vecunia y los ya consolidados hallazgos de Oiasso (Irún), una no puede evitar sonreír al constatar que aquellos malditos romanos también dejaron su impronta en estas tierras. Al menos, lo justo para preguntarnos “¿Qué han hecho los romanos por nosotros?”.