El BCE no se desvía del carril

Había mucha expectativa por saber qué hacía el BCE con los tipos de interés en la semana en la que se ha consumado el colapso del Silicon Valley Bank y Credit Suisse ha pedido un rescate al Banco Nacional Suizo. Pues bien, frente al temor de las voces que alertan del riesgo de una crisis bancaria, “El BCE mantiene su hoja de ruta y sube los tipos medio punto, al 3,50%” (La Vanguardia). La presidenta del BCE, Christine Lagarde, afirma que no hay que elegir entre combatir la inflación o la estabilidad financiera. Veremos si el tiempo le da la razón porque, con las lecciones aprendidas después de 2008, es imposible no contener un poco la respiración con todo lo que estamos viendo estos días.

Escuchar a los que saben

Ante el temor de una crisis bancaria, aporta perspectiva escuchar a los que saben. Siempre aprendemos con las explicaciones diáfanas del profesor de Deusto Business School Massimo Cermelli, y más cuando pone el foco en asuntos clave como éste que comentaba esta semana en Onda Vasca: “El BCE ha declarado la guerra a la inflación subiendo tipos y esto ha generado problemas a la ciudadanía. Cuando el que entra en crisis es el sistema financiero, ¿dejas de hacerlo?”. Dicho de otro modo, los tipos tienen que subir subiendo -pese a seguir asfixiando la economía- porque lo contrario supone reconocer que los bancos tienen más peso que los ciudadanos en las decisiones que toma el BCE. Y ese es un mensaje muy peligroso.

Animaladas

La aprobación de la Ley de Bienestar Animal está generado todo tipo de reacciones, y mi favorita es la de quienes se escandalizan por las especies cuya tenencia queda prohibida. El listado atiende al principio de precaución: artrópodos, peces y anfibios cuya mordedura o veneno pueda suponer un riesgo para la salud, reptiles venenosos, todos los primates, mamíferos silvestres que superen los 5 kilos en edad adulta...En Libertad Digital lo resumen así: “Las mascotas prohibidas que estás obligado a delatar para que el Gobierno te las quite”. Ponen como ejemplo al pez escorpión, el blenio dientes de sable rayado y las iguanas de más de 2 kilos. Igual el problema de base es qué entienden algunos por ‘mascota’.

La cabra, el buey y la mula

Que no se inquiete nadie, que la cabra de la Legión seguirá desfilando el 12 de octubre (entiéndase la ironía). También la mula y el buey del Belén “se libran de la Ley Belarra” (OK Diario). Quedan excluidos del ámbito de aplicación porque no se consideran mascotas (habría que preguntarle al del pez escorpión), sino que son animales de producción. El caso es que, con tanto afán por buscar la excepción, la letra pequeña y dejar patente la ridiculez de la norma, no puedo evitar recordar la célebre frase del escritor y cantante Leonard Cohen: “A veces uno sabe de qué lado estar simplemente viendo quiénes están del otro lado”.

Caldo de cultivo

No sólo en el Estado español se soliviantan los ánimos con la edad de jubilación. En la vecina Francia, en medio de una gran polémica y tras varias huelgas, Emmanuel Macron ha sorteado a la Asamblea Nacional -y un más que posible portazo a su reforma- aprobando vía decreto el aumento de la edad de jubilación de 62 a 64 años. En El Confidencial lo ven así: “Macron se apunta al ‘despotismo ilustrado’ con la reforma de las pensiones”. La respuesta no se ha hecho esperar, con las calles de París en llamas, centenares de detenidos y la amenaza de no una ni dos, sino tres mociones de censura. En España, la edad de jubilación subirá hasta los 67 y la última huelga general fue en 2012. Pues eso.