La consecuencia lógica
“Podemos asume que la guerra en el PP pone en bandeja a Sánchez un adelanto electoral” (Vozpópuli), y yo, también. En cuanto en el PSOE tengan un sondeo electoral fiable y mínimamente favorable, Sánchez disuelve el gobierno español, convoca elecciones y, luego, busca la excusa para hacerlo. En este orden. Las leyes que decaigan, los fondos europeos, el cierre de la pandemia con cierta seguridad y la recuperación económica y anímica de la ciudadanía se mantendrán en el segundo plano en el que el presidente español pone todo cuando de ganar para mantenerse en el poder se trata.
Serán las últimas de Arrimadas
La convocatoria electoral, que va a salir como el sol por Antequera, puede ser la última de Pablo Casado, si es que llega a ella y como último acto de entrega al partido, pero seguro que es la última para Inés Arrimadas. Para ella y para su partido, porque no habrá nadie que se aferre cuando no queden asientos a los que hacerlo. Así que, si para alguien es importante que la legislatura se alargue es para quienes tienen todavía escaño y sus asesores. Ciudadanos no tiene futuro y a nadie se le escapa, tampoco a Arrimadas ni a quienes ahora le reclaman que se aparte para llevar a cabo una “refundación” (El Plural).
Y la oportunidad de Abascal
El único motivo por el que Pedro Sánchez va a adelantar las elecciones generales (y si no lo ha hecho entre que yo he mandado esta columna y se ha publicado, lo hará más pronto que tarde) es la debilidad del PP y sus dirigentes, a los que la empresa les venía grande. De regalo, el famoso “frente amplio” de Yolanda Díaz puede no estar preparado a tiempo y Podemos está más débil que nunca. Ciudadanos ni cuenta, evidentemente. Pero los que sí están fuertes son los de Vox, que confían, incluso, en convertirse en el principal partido de la oposición sin que eso moleste, precisamente, a Sánchez y sus planes.
No, no facturan como “comisionistas”
Si a algo no voy a contribuir es a generar la percepción de que un familiar o un amigo de una persona que se dedica a la política, incluso un expolítico, no tienen derecho a ganarse la vida en empresas proveedoras de una administración pública. Pero tampoco voy a contribuir a que me tomen el pelo con falsas victimizaciones o con chorradas como la de Cristian Campos que, por lo que leemos en su tuit, se cree que “comisionista” es un epígrafe para autónomos, que “comisión” se factura así, y que quien no lo haga (y sea del PP) está libre de toda sospecha. Si quiere tomar el pelo a alguien que se vaya a su casa.
¡Dejadnos en paz, pesados!
Cuando el Athletic va mal, la “filosofía” es discutida. Pero cuando va bien, resulta insoportable. Será porque los de Lezama demuestran que la mayor parte de lo que se mueve en el negocio del fútbol es innecesario (o solo es necesario para llenar los bolsillos de algunos). Esta temporada se ha vuelto recurrente la “injusticia” que supone que cualquier chaval del mundo no pueda jugar en el Athletic. Claro, porque no es injusto que, precisamente, el negocio del fútbol quite la ilusión a los canteranos del Real Madrid, o del Getafe, que se ven taponados por los representantes que colocan jugadores para que el dinero no deje de moverse.