Los treviñeses y treviñesas, una vez más, hemos sido convocados para unas elecciones a las Cortes de Castilla y León. La inmensa mayoría del alumnado del Enclave está matriculado en los centros educativos de Álava; el Gobierno que salga de las urnas gestionará un sistema educativo ajeno a esa mayoría. La medicina especializada nos la presta, fundamentalmente, Osakidetza; las decisiones que ese Gobierno adopte en dicha materia apenas tendrá efectos sobre la población treviñesa. Las personas paradas de Treviño se buscan la vida para empadronarse en Álava y, así, depender del sistema de empleo de la Comunidad Autónoma Vasca; por tanto, la población desempleada del Enclave no quedará sujeta a las políticas de empleo de Castilla y León.Son sólo tres ejemplos que explican el desinterés de los treviñeses y treviñesas en la cita electoral, pues nos llaman a votar a unos representantes cuyas decisiones políticas sectoriales apenas nos afectan. En cambio, no podemos elegir a aquellos representantes alaveses y vascos que tienen la responsabilidad política de gestionar la mayor parte de los servicios de los q depende nuestro bienestar.La anomalía democrática descrita constituye una disfunción más derivada de la sujeción administrativa de Treviño a Burgos y Castilla y León. ¿Qué clase de democracia es aquella en la que el pueblo no puede elegir a sus gobernantes? ¿Qué clase de democracia es aquella que tampoco respeta la voluntad popular a favor de la integración de Treviño en Álava?Ha llegado la hora de respetar la voluntad popular. Ha llegado la hora de la solución definitiva. Empieza la cuenta atrás para revertir esta situación antidemocrática.Trebiñu Araba da!Mª Eugenia Galarreta Aldaz, Pilar Vuelta Urarte y Nerea Alzaga Almazán, junto a otras 53 vecinas y vecinos del Enclave de Treviño