Mañana, 6 de junio; enfilando la recta final de la escalerica de San Fermín. En Pamplona ya hace días que está funcionando la tómbola del Paseo Sarasate y la Carpintería Hnos. Aldaz han comenzado ya a colocar el vallado del encierro. Se acerca San Fermín vamos, cumpliendo con todas esas pequeñas liturgias que no van a ningún sitio pero que, al fin y al cabo, son las liturgias que anuncian las fiestas. No sé si habrá que catalogar el sindiós de los pactos postelectorales navarros en la categoría de liturgia también. Al PSN, el alarde de libertad pactista y la alegría de tantear las posibilidades de asaltar el Gobierno Foral siendo segundo puede que esté a punto de durarle lo que ha tardado la maquinaria de Madrid en poner su diana sobre Navarra. Una semana después del 26-M, Ferraz deja caer, mediante el señor Fuentes, que se desmarca de la ronda de contactos convocada por María Chivite. No la veta, pero lanza un aviso a navegantes. Quizá porque Pedro Sánchez se acuerde de que la misma EH Bildu que le preocupa ahora en Navarra fue la que contribuyó a que saliera adelante su moción de censura. Paradojas de la política. Pero aviso a navegantes, quizá porque C’s ha abierto algo mano y porque ya se empieza a hablar con cierta soltura de la investidura de Sánchez y de esos dos votos de UPN en el Congreso.