los partidos ante el Tecnyconta -el de hoy y, si lo hay, el del próximo miércoles- determinarán la calificación del Baskonia en la presente temporada. En caso de perder alguno de los dos, la nota será un suspenso porque al hecho de caer en cuartos de final de la Liga habrá que sumar la eliminación copera a manos del Joventut a las primeras de cambio y el adiós europeo contra el CSKA en la antesala de la Final Four de Vitoria. Si, por el contrario, el equipo de Perasovic remonta y alcanza las semifinales habrá que hablar de un aprobado que se convertiría en notable en caso de llegar a la final y de sobresaliente si se alza el título de campeón. Así de crudas son las cosas en época de exámenes, bien lo saben los estudiantes y los padres de los estudiantes. Tiempo habrá de analizar los motivos del fracaso o el éxito de un equipo, en todo caso, probablemente mal gestionado a lo largo del insoportable maratón de partidos con el que Euroliga y ACB estrujan a los jugadores. O dispones de una plantilla muy amplia -que no es el caso- o dosificas esfuerzos aún a costa de acumular (y aceptar) algunas derrotas de más. No hay otro camino posible para llegar mínimamente fresco y entero al periodo decisivo de la temporada. Esta reflexión sigue pendiente.