Como aquí, al final, somos todos personas y comemos, dormimos y hacemos nuestras cosas más o menos igual, me vas a permitir la confianza, amigo Iñigo, aunque he pensado por un momento empezar esto a lo López Vázquez en Atraco a las tres. Seguramente, como político, y viendo lo que ha pasado en las cinco urnas en las que hemos votado en los dos últimos meses, pudieras tener la gran tentación de convocar elecciones anticipadas. Al fin y al cabo, tu partido y el de tus compañeros en el Gobierno Vasco parece que están de dulce, y ya se sabe que es mejor aprovechar la ola cuando viene buena, aunque teniendo en cuenta que tú eres de Alonsotegi y yo de Vitoria, igual la metáfora nos viene un poco mal. Además, parte de tus contrincantes no están para dar palmas con las orejas y no está muy claro si ya han tocado fondo o todavía pueden caer más. Ante ese panorama, la tentación puede ser dejar que pase el verano y a la vuelta: zasca, autonómicas que te crío. Pero piensa en las miles de personas que este año ya han tenido que ejercer de presidentes de mesa, vocales y apoderados, en los currelas de Correos, en la pasta que nos hemos gastado en 2019 en las fiestas de la democracia, en la saturación de mensajes y promesas que lleva el personal... Así que: ¿cómo ves la posibilidad de dejar esto hasta 2020? Porfa.
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