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‘Final Four’

Estoy maravillado. Nunca antes en mis paseos contemplativos por el centro de la capital alavesa me habían ofrecido de buen grado y totalmente gratis todas las delicias gastronómicas que pude embucharme en el rato que eché para degustar las nociones de cosmopolitismo que está empezando a impartir Vitoria. Supongo que tendré que agradecérselo a la Final Four de la Euroliga y a sus patrocinadores que, al desembarcar en Gasteiz, la han convertido en un pequeño bazar, con todas las cosas positivas que ello conlleva, entre ellas, la de recibir una considerable cantidad de delicias turcas. Sea como fuere, no sé si el retorno económico de este evento llegará al volumen del que hablan las instituciones. En cualquier caso, merece la pena para Vitoria, y supongo que para cualquier ciudad, convertirse en el epicentro de cualquier celebración deportiva. Y la fase final de la mejor competición mundial de baloncesto más allá de la manida NBA lo es. Y a escala descomunal, hasta el punto de que va a situar a Gasteiz y a sus bondades en el centro de millones de miradas que, hasta hace dos telediarios, no sabían ni dónde situar a la ciudad en el mapa. Al menos, yo ya estoy deseando que, si no es otra Final Four, caigan por estos lares un mundial, unos cuantos finales de etapas ciclistas...